Reino Unido
Sunak salva en el último momento la rebelión contra su liderazgo
El «premier» convence a los 60 diputados críticos «tories» para que no voten en contra de su Plan Ruanda
El primer ministro británico, Rishi Sunak, consigue a día de hoy permanecer en el número 10 de Downing Street tras sofocar esta noche, «in extremis», una rebelión de sus propias filas que habría acabado con su carrera política. Más de 60 diputados conservadores habían amenazado con votar en contra del polémico Plan Ruanda para mandar al país africano a los solicitantes de asilo llegados por rutas irregulares. Pero, horas antes de una votación clave en la Cámara de los Comunes para la tramitación del proyecto de ley, el líder «tory» se reunió con ellos consiguiendo finalmente garantizar su apoyo.
Los rebeldes del núcleo duro se mostraron «profundamente molestos» con el Gobierno. No es que estén en contra del controvertido plan migratorio. Su decepción proviene al considerar que debería endurecerse aún más para que aquellos que lleguen por pateras a través del Canal de la Mancha no puedan evitar su deportación. Con todo, en el último momento, la mayoría decidió respaldar al Ejecutivo. El proyecto de ley consiguió finalmente 320 votos a favor frente a los 276 en contra, por lo que pasa ahora a la Cámara de los Lores.
Sunak ha hecho del Plan Ruanda la pieza central de su mandato, por lo que, de no haber superado ayer esta tramitación clave, la normativa habría muerto y con casi toda seguridad también su puesto en Downing Street.
Pese a tomar oxígeno, el «premier» británico no puede aún respirar tranquilo. El proyecto de ley debe sobrevivir aún a la Cámara de los Lores, donde cuenta con gran rechazo, antes de convertirse en ley. Y luego todo apunta a que se enfrentará a desafíos legales por parte de los tribunales. Las esperanzas del núcleo duro de los conservadores es ver despegar el primer avión con destino a Ruanda para la segunda mitad del año, cuando están previstas las elecciones generales. Pero se antoja cada vez más complicado. Los ánimos en el Partido Conservador están por los suelos. Todas las encuestas vaticinan el fin de la era «tory» tras más de trece años en el poder.
Sunak pide a sus filas que estén unidas. Pero su autoridad está cada vez más mermada. Los dos vicepresidentes del Partido Conservador –Lee Anderson y Brendan Clarke Smith– presentaron el martes su dimisión al considerar que el plan migratorio debería endurecerse aún más. Ambos se encontraron entre los más de 60 rebeldes «tories» que apoyaron las enmiendas contra el Gobierno presentadas el martes en la Cámara de los Comunes.
El polémico plan migratorio fue inicialmente anunciado en abril de 2020 por el entonces primer ministro, Boris Johnson. Pero ningún avión ha conseguido despegar aún con destino a Ruanda por la intervención de la Justicia británica. A finales del año pasado, el Tribunal Supremo de Reino Unido siguió los pasos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos oponiéndose a la medida al considerarla ilegal.
Sunak tuvo que cerrar entonces un nuevo pacto con Kigali con modificaciones para asegurar que «las personas desplazadas a Ruanda no correrán el riesgo de ser devueltas a un país donde su vida o su libertad se vean amenazadas». Pero el nuevo proyecto de ley no convence a los diferentes grupos de su formación, por razones distintas. Mientras que los moderados consideran que se va demasiado lejos, el núcleo duro reclama que sacar a Reino Unido de la Convención Europea de Derechos Humanos es la única vía de evitar que la política de deportaciones vuelva a ser obstaculizada por los jueces.
El Gobierno dice que hasta ahora ha pagado 240 millones de libras a Ruanda. El presidente delpaís africano, Paul Kagame, dijo ayer a la cadena de televisión BBC que su Gobierno podría devolver a Reino Unido el dinero adelantado en virtud del acuerdo bilateral si finalmente no envía a migrantes indocumentados a Ruanda.
En declaraciones a la emisora pública durante la cumbre de líderes de Davos (Suiza), Kagame dijo que el hecho de que Londres no haya deportado a nadie desde la firma del pacto inicial en abril de 2022 «es un problema de Reino Unido, no de Ruanda». «Si no vienen podemos devolver el dinero», afirmó el mandatario.
✕
Accede a tu cuenta para comentar