Medidas económicas
Tensiones entre la izquierda portuguesa en el primer pleno del nuevo Gobierno
Frena la privatización de transportes a empresas españolas y francesas en su primer Consejo de Ministros
La intención del Gobierno socialista luso de “pasar página a la austeridad” se ha materializado ayer viernes en la primera sesión parlamentaria del nuevo Gabinete. En el pleno, el Ejecutivo liderado por António Costa, sacó a debate la anulación de la privatización de transportes urbanos. Los socios del Partido Socialista, comunistas y Bloque de Izquierda, se mostraron partidarios de cancelar la subconcesión de los servicios de autobús y metro de las ciudades de Lisboa y Oporto, pero chocaron con los socialistas en el tipo de propiedad que deben tener los transportes. Los socialistas defendieron una gestión municipal de los mismos, mientras que los comunistas optaban por una gestión a nivel estatal, cuestión que impidió tomar una resolución definitiva, que se llevará a cabo en una comisión parlamentaria especial. La paralización de estas concesiones, acordada el pasado mes de julio por el Gobierno conservador de Pedro Passos Coelho, afectará a las compañías españolas Alsa y Avanza y a la francesa Transdev.
Las divergencias entre la izquierda también afloraron en la discusión de la sobretasa del 3,5% al impuesto de la renta que aprobó el Gobierno de Passos Coelho para aumentar la recaudación durante la pasada legislatura. Mientras que los socialistas proponen reducirla a la mitad para el año próximo, tanto el Bloque como los comunistas piden que se elimine totalmente en 2016. Si bien las tres formaciones no divergen demasiado en políticas sociales, es en el ámbito económico donde sus diferencias salen a la luz. El reto de Costa en estos cuatro años será, precisamente, hacer equilibrio entre las exigencias de los socios a su izquierda y los compromisos adquiridos con Bruselas.
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