Trump renuncia a la Cumbre de las Américas obligado por la crisis siria

Washington ultima su respuesta contra el régimen de Asad por el uso de armas químicas en Duma.

EE UU sopesa las opciones militares, convencida como está la Casa Blanca de que el régimen de Bachar al Asad, parapetado por Rusia e Irán, bombardeó con armas químicas la ciudad rebelde de Duma. Tan previsible resulta la posibilidad del ataque quirúrgico que el presidente Donald Trump canceló su viaje a Perú del viernes. Lo anunció la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, al avisar de que el presidente tenía que supervisar la posible represalia. Se trataba de la primera visita de Trump a Perú y Colombia, pero por petición del mandatario, comentó Sanders, viajará en su lugar el vicepresidente, Mike Pence. «El presidente Trump no asistirá a la VII Cumbre de las Américas en Lima (Perú), ni viajará a Bogotá (Colombia) como estaba inicialmente previsto», anunció la portavoz de la Casa Blanca.

¿Y en qué podía consistir la respuesta militar? La más evidente es la opción de los misiles crucero, que Estados Unidos ya arrojó contra una base militar siria en abril de 2017. Pero la diplomacia estadounidense no quiere que su país actúe de forma unilateral. Mucho más dada la evidente complicidad rusa a la hora de proteger a Asad y torpedear las investigaciones de las posibles atrocidades. De ahí que la actividad exterior haya sido frenética en las últimas 48 horas, impulsada por la certeza de que lo ocurrido encajaría en la definición canónica de crímenes de guerra. Según le ha explicado Said Rajeh, seudónimo de un miembro de la defensa civil de la ciudad, al Violations Documentation Center, o Centro para la Documentación de Atrocidades, que investiga los posibles crímenes de guerra cometidos por el régimen sirio, «al comenzar el ataque químico el olor a cloro llegó al centro de la ciudad de Duma. No pudimos determinar el área donde había caído el cohete. Había cadáveres en las calles, los heridos sangraban mucho y los equipos médicos no eran suficientes para la gran cantidad de casos. Más tarde descubrimos los cuerpos de las personas que se habían sofocado a causa de los gases tóxicos. Estaban en espacios cerrados, protegiéndose de las bombas de barril, lo que pudo haber causado su rápida muerte ya que nadie escuchó sus gritos. Algunos de ellos aparentemente intentaban llegar a un espacio abierto porque encontramos sus cuerpos en las escaleras».

Claro que el posible ataque con armas químicas de las tropas de Damasco estaría lejos de ser el primero. Como recordaba hace poco el diario «USA Today», citando a su vez un informe de Naciones Unidades, la de Duma sería la octava agresión con armas químicas por parte de las fuerzas leales al dictador desde el estallido de la guerra en 2011. La lista incluye ataques mortales con misiles y helicópteros contra no menos de ocho enclaves, incluidos los suburbios de Damasco y varios hospitales. Se calcula que más de 700.000 sirios se han visto obligados a abandonar sus hogares por el recrudecimiento de los ataques en lo que llevamos de año, lo que eleva a 6,5 millones el número de desplazados internos por una guerra que ha causado asimismo unos 5,6 millones de refugiados.