EE UU

Trump se dispone a cancelar todos los fondos federales destinados a Harvard

Esta medida podría suponer una pérdida de unos 100 millones de dólares para la institución educativa

President Donald Trump speaks during the 157th National Memorial Day Observance at Arlington National Cemetery, Monday, May 26, 2025, in Arlington, Va. (AP Photo/Jacquelyn Martin)
TrumpASSOCIATED PRESSAgencia AP

Las agencias federales conocían ayer a través de una carta oficial la última ofensiva de la Administración Trump contra Harvard, cancelar la totalidad de los contratos federales con la Universidad por un valor de 100 millones de dólares. En la misiva, se pide a las oficinas federales que respondan a esta comunicación antes del 6 de junio con una lista de los contratos cancelados con la institución universitaria, ofreciendo más tiempo para resolver aquellos acuerdos de servicios más críticos hasta que encuentren nuevos proveedores con los que trabajar.

«La continua inacción de Harvard ante el acoso y los ataques constantes y severos contra sus estudiantes», asegura el comunicado refiriéndose a los alumnos judíos de la institución, «ha paralizado en ocasiones las actividades diarias del campus, privando a los estudiantes judíos de las oportunidades de aprendizaje e investigación a las que tienen derecho y alarmando profundamente al público en general».

El periódico «The New York Times» revela que, según una fuente de la Administración, «aproximadamente nueve agencias se verían afectadas» por esta nueva directriz, y «entre los contratos afectados se incluye uno de 49.858 dólares con los Institutos Nacionales de Salud para investigar los efectos del consumo de café, y otro de 25.800 con el Departamento de Seguridad Nacional para la capacitación de altos ejecutivos».

El presidente Donald Trump no va a darse por vencido y también contempla retirar otros 3.000 millones de dólares en subvenciones públicas a Harvard después de que la universidad se niegue a facilitar la lista de sus estudiantes extranjeros. Así lo anunció él mismo en su plataforma Truth Social, en una publicación en la que también revelaba que quiere donar este dinero «a las escuelas de formación profesional de todo el país, ¡Qué gran y tan necesaria inversión sería para Estados Unidos!».

«Peligrosas y radicalizadas»

El Gobierno se queja de «la lentitud» de la universidad compartiendo la información de sus alumnos internacionales para así investigar a aquellos que hayan participado en protestas propalestinas y otras actividades que la Administración republicana considera, sin pruebas, «peligrosas y radicalizadas». Harvard se niega a facilitar estos datos y Trump se está poniendo cada vez más nervioso. «Todavía estamos esperando las listas de estudiantes extranjeros de Harvard para poder determinar, tras un gasto absurdo de miles de millones de dólares, cuántos lunáticos radicalizados, todos ellos alborotadores, no deberían ser admitidos de nuevo en nuestro país».

El mandatario norteamericano ha intentado darle la vuelta a la situación y ahora acusa a Harvard de no facilitar la información que se le solicita para protegerse, «pero no teman, ¡al final el Gobierno GANARÁ». Lo cierto es que Havard ni quiere, ni tiene obligación de sucumbir a las amenazas del presidente. Sobre todo después de la semana pasada, la jueza federal Allison D. Burroughs bloqueara temporalmente la decisión del Gobierno de prohibir a la universidad matricular a estudiantes extranjeros. Una pequeña victoria para Harvard que no está claro hasta cuándo podría durar, pero de momento este jueves está previsto que se celebre una audiencia para determinar si esta orden debe extenderse por más tiempo.

Desde su retorno a la Casa Blanca, en enero pasado, Trump ha recrudecido su enfrentamiento con instituciones académicas de la prestigiosa Ivy League como Columbia o Harvard, acusando a esta última de dar alas al antisemitismo por permitir manifestaciones en contra de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza o de favorecer al Partido Comunista Chino con sus programas de intercambio de estudiantes.

Harvard ha sido el único campus que, por el momento, se ha enfrentado a los reclamos de Trump. Otros, como por ejemplo Columbia, en Nueva York, optaron por llegar a un acuerdo con la Administración tras ver el efecto que provocaba la congelación de fondos federales en sus investigaciones y como afectaría a la contratación de personal.

Desde el Departamento de Educación de Estados Unidos quieren convertir a Harvard en ejemplo para otras instituciones que estén dudando si seguir sus pasos. El Gobierno amenaza con consecuencias si no se toman medidas para proteger a estudiantes judíos, lo que, en realidad, se traduce con permitir que el Estado participe de la gestión de la institución.

La universidad de Massachussets cuenta con un fondo de donaciones que supera los 53.000 millones de dólares, pero los reveses de la Administración Trump están mermando su base financiera y sobre todo su prestigio, al mismo tiempo que crean inseguridad entre los alumnos que actualmente están registrados y los que esperaban hacerlo de cara al próximo curso lectivo.