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Unión Europea

La UE permitirá a Cameron recortar derechos a europeos

David Cameron y Donald Tusk tras su reunión en Bruselas larazon

Tusk ofrece un «freno de emergencia» a Reino Unido cuando peligre su sistema de bienestar para evitar su salida del bloque comunitario.

El presidente del Consejo Europeo dio ayer a conocer su propuesta para que Reino Unido encuentre un mejor encaje dentro de la Unión Europea. El objetivo no es otro que asegurarse la permanencia del país dentro del club comunitario y que los británicos digan «sí» a seguir formando parte del proyecto europeo en el referéndum que David Cameron celebrará para definirlo.

En un texto con mucha literatura y poca concreción, se recoge una de las principales demandas de Cameron. El «premier» solicitó poder rechazar otorgar ayudas públicas a ciudadanos comunitarios en sus primeros años de estancia en el país. A pesar de que la idea no gustaba nada en el seno europeo, la insistencia de Cameron ha obligado al Ejecutivo comunitario a discernir una posibilidad que sea compatible con los tratados de la Unión y que tenga visos de llevarse a cabo.

Se ofrece a Reino Unido la posibilidad de establecer un sistema de emergencia en situaciones excepcionales si se demuestra que el bienestar social británico se ve amenazado a raíz precisamente de la inmigración. El Consejo Europeo tendría que aprobar la medida con mayoría y a partir de ahí los ciudadanos comunitarios ya no tendrían derecho a solicitar ayudas para vivienda o recibir beneficios sociales. La salvedad es que la medida no afectaría a los europeos que ya viven en Reino Unido, sino a aquellos que lleguen a su territorio después de que se firme la propuesta. No habrá derecho al veto y todo apunta a que la normativa, al poder extrapolarse a otros socios si lo consideran necesario, puede contar con la aprobación de hasta los socios más reacios a las exigencias británicas.

En el borrador de propuesta se pone de relieve también la necesidad de respetar el «libre movimiento de personas y trabajadores dentro de la Unión Europea». Sin embargo, reconoce que cada Estado miembro es dueño de su sistema de seguridad social y, como tal, debe tener margen para definirlo, implementarlo y aplicar las condiciones para el acceso a los beneficios sociales.

En la carta que dirige a los líderes europeos, el presidente del Consejo Europeo insiste en que hay una línea que no se cruza en la propuesta: «Aquella que sustenta los principios en los que se basa el proyecto europeo». «Profundamente creo que nuestra comunidad de intereses es mucho más fuerte que lo que nos divide. Estar o no estar juntos es la pregunta a la que deben contestar no sólo los ciudadanos británicos en un referéndum, sino también los otros 27 Estados miembros de la UE en las próximas dos semanas», señalaba Tusk.

Además de la restricción de ayudas sociales, la propuesta añade temas económicos propuestos por Reino Unido. Sobre gobernanza económica, el borrador sienta los principios para asegurar el respeto mutuo entre los Estados miembros que vayan a profundizar en la Unión Económica y Monetaria y aquellos que no. Salvaguardar los derechos de aquellos que no están en el euro para evitar que haya derechos de veto que impidan, por otra parte, decisiones urgentes.