Un perturbado que anunció su crimen en las redes sociales

Ismael Brinsley, el asesino de los oficiales de Policía de Brooklyn, quería matar primero a su ex novia en Maryland, a la que disparó en el estómago. Cuando pensó que lo había conseguido, se trasladó a Nueva York, donde había nacido. El historial criminal de Brinsley, de 28 años, es el de una persona que conoce bien el uso de las armas. Hasta el sábado, no obstante, nada hacía pensar que podría querer terminar con la vida de los dos oficiales de Policía. Fue arrestado por ser sospechoso de robo en Ohio en 2009. Después le investigaron por un caso de acoso en 2011, año en que ingresó en prisión tras ser declarado culpable de posesión ilegal de armas en Georgia. Su familia no ha sabido nada de Ismael en los últimos dos años. Se cree que formó parte de una pandilla de Baltimore, los Black Gorilla Family.

De momento, no está claro qué le llevó a terminar con la vida de los dos oficiales de Policía, el asiático Wenjin Liu y el hispano Rafael Ramos. Sobre todo cuando Brinsley, afroamericano, pareció querer ajustar cuentas por el supuesto abuso policial de los oficiales blancos contra la comunidad negra en Estados Unidos. Ahora los investigadores repasan su historial de problemas mentales y si había participado en las últimas protestas contra la violencia policial en el país.

Brinsley atacó a su ex novia a las 5:45 de la mañana del sábado. En la cuenta de la red social de Instagram de la mujer empezaron a aparecer comentarios en contra de la Policía que se cree fueron escritos por el joven afroamericano. Más tarde, las autoridades del condado de Baltimore dieron la alerta a la Policía de Nueva York. A las 14:45, cuando enviaban una foto para que pudieran identificarlo, Ismaaiyl se acercaba a los dos oficiales para matarlos con una semiautomática.

«Voy a poner a estos cerdos bajo una sabana»

«Éste puede que sea mi último post (en Instagram)», escribió Brinsley, a lo que añadió iconos de diez explosiones y una pistola. «Voy a poner a estos cerdos bajo una sábana blanca». Tras el asesinato, se hizo una foto a su pantalón ensangrentado y puso: «Nunca había tenido una pistola caliente en mi cintura y sangre en mi zapatilla». Negro, nunca ha pasado por lo que yo he pasado. Tú no eres como yo y yo no soy como tú», añadió en otro post. La imagen muestra que el asesino llevaba sólo un cordón en una de sus zapatillas.