Estados Unidos
Una lucha hasta el final
Análisis. Trump busca que los votantes demócratas se confíen y no vayan a votar, mientras Clinton cuenta voto a voto
–¿Cuáles son las estrategias de ambos candidatos en la recta final de las elecciones?
–Si bien es verdad que las encuestas le dan una ligera ventaja a Hillary Clinton en estos momentos, también es cierto que no obtiene un resultado mayor al 50% ni siquiera en aquellas en las que sale mejor parada. Lo que tienen claro en su campaña es que necesita más apoyo para ganar, dada la complejidad del sistema electoral americano. Así que están apurando hasta el último minuto para raspar hasta el último voto y, sobre todo Hillary, tratando de movilizar al electorado demócrata. Por su parte, lo que Donald Trump está haciendo es mantener vivo el entusiasmo de sus votantes, al mismo tiempo que hace cosas con el ánimo de hundir a aquellos que apoyan a Clinton para que no acudan a las urnas. Es decir, la contracampaña. Ella necesita movilización; él, mantener el apoyo.
–¿Conseguirá Clinton que se movilice el electorado tradicionalmente demócrata que sigue sin ver en ella a la futura presidenta de EE UU?
–Ése es su gran reto. Cómo va a conseguir movilizar a última hora a la gente que siempre ha tenido dudas sobre ella. La demócrata nunca ha sido especialmente popular. Creo que pesará más el voto de castigo contra Trump de aquella gente (incluso republicanos) que le ve como un desastre en potencia, que el voto a favor de Clinton. Es decir, del votante que realmente crea en ella. Sin embargo, si los votantes demócratas se acomodan pensando que el candidato republicano va a ser derrotado sí o sí, puede que la mayoría decida quedarse en casa. Eso podría hundir a Clinton y daría a Trump el Despacho Oval.
–¿Qué armas secretas tiene el Partido Demócrata para movilizar a sus seguidores?
–El Partido Demócrata tiene mucha más organización para sacar a la gente a la calle que el Partido Republicano. Habitualmente así ha sido. Alentar al electorado para que acuda a las urnas será crucial para las elecciones. La otra gran duda de las próximas dos semanas es qué va a ocurrir en el Congreso. Obama se ha enfrentado tanto a un Senado como a una Cámara de Representantes con mayoría republicana en esta última legislatura, lo que ha significado que apenas se han podido llevar a cabo medidas.
–¿Seguiría Clinton siendo la candidata predilecta de las minorías de no ser por el apoyo de los Obama o de su candidato a vicepresidente, Tim Kaine?
–Obama es mucho más popular que Clinton y que Trump. Y Michelle Obama es incluso más popular que todos ellos, incluyendo a su marido. Los Obama consideran que esta elección es crucial para preservar el legado de su mandato y tienen razón. Es uno de los aspectos que ayuda a asegurar que la comunidad afroamericana apoyará en su mayoría a Clinton. En parte, por el apoyo de los Obama y en parte porque es una comunidad con la que ella siempre ha trabajado bien, son clave. Ésa es la parte más sólida de su apoyo. El voto hispano se está inclinando decisivamente hacia Clinton. Cuando se habla de la comunidad hispana, se tiende a pensar en que es una comunidad homogénea. Pero las dinámicas políticas de los cubanos, de los puertorriqueños o de los mexicanos son extremadamente diferentes entre sí. Históricamente, los exiliados cubanos han sido manifiestamente republicanos por su oposición a Castro. Pero, en estas elecciones, eso está cambiando. Los mexicanos se sienten bastante amenazados por Trump y por sus amenazas con respecto a la inmigración indocumentada. Todo esto está cambiando la dinámica de estas elecciones. Si en estos comicios sólo pudiesen votar americanos de descendencia europea, probablemente ganaría Trump.
*Profesor emérito de la Universidad de California, Berkeley. Preguntas de Laura Novo
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