Londres

Yemen, la nueva pesadilla de EE UU

Washington intensifica los ataques con drones para frenar a Al Qaeda en la región. Su líder promete liberar a todos sus presos

Aspecto de un vehículo tras un ataque con un avión no tripulado en la provincia de Lahj, en el sur de Yemen, la pasada semana
Aspecto de un vehículo tras un ataque con un avión no tripulado en la provincia de Lahj, en el sur de Yemen, la pasada semanalarazon

Yemen se ha convertido en la nueva pesadilla para la seguridad de Estados Unidos. En este paupérrimo país situado en el extremo sur de la Península Arábiga, Al Qaeda ha levantado un bastión inexpugnable ayudado por la inestabilidad política y las tensiones independentistas. La mayoría de los complots más significativos de la red terrorista contra EE UU en los últimos años se han planeado en Yemen.

En 2009, un terrorista nigeriano falló en el momento de explotar una bomba diseñada en Yemen en un avión que viajaba a Detroit. De ese país también salieron paquetes con explosivos encontrados en Londres y Dubai en 2010. Hace apenas dos semanas, EE UU cerró 19 embajadas y consulados tras interceptar una conversación del número uno de Al Qaeda, Al Zawahiri, con el emir Naser al Wahishi, líder de la rama de Al Qaeda en la Península Arábiga, denominada por sus siglas, AQPA. Al Wahishi , en un desafío más, anunció ayer en un comunicado por internet que liberará a sus militantes presos en cárceles de todo el mundo.

Desde 2009, Washington ha autorizado más de 79 ataques en Yemen contra objetivos terroristas, llevando a cabo bombardeos con barcos, aviones no tripulados (drones) y cazas. El Ejército utiliza la base de Djibouti, mientras que la CIA hace despegar sus drones desde Arabia Saudí. Para algunos analistas, Yemen se ha convertido en el laboratorio donde Estados Unidos experimenta nuevos métodos para hacer la guerra contra Al Qaeda.

En esta guerra silenciosa, EE UU ha abatido a 386 presuntos terroristas, pero también a 86 civiles, según la web «The Long War Journal», que hace un seguimiento de los ataques con drones. Sin embargo, la lengua de fuego del yihadismo no ha dejado de crecer en este país. «La rama de Al Qaeda aquí es más fuerte ahora que en septiembre de 2001. El dinero que Estados Unidos se ha gastado en Yemen ha enriquecido a muchos y los misiles que ha lanzado contra Yemen han matado a cientos; sin embargo, AQPA continúa creciendo», ha asegurado el analista Gregory Johnsen, autor del libro «The last refuge», en el que traza la ascensión de Al Qaeda en el país.

Diversas estimaciones indican que el número de yihadistas reclutados por la filial terrorista se ha triplicado en los últimos años, formando un ejército de mil combatientes en la actualidad. Funcionarios de la Administración Obama citados por periódicos estadounidenses consideran que los métodos extremistas del líder yemení Al Wahishi han convertido esta red en «la más peligrosa y activa». Además, el protagonismo de este foco islamista confirma la idea de que Al Qaeda estaría regresando al mundo árabe tras la paulatina salida de muchos de sus miembros de Pakistán y de Afganistán.

Durante el estallido de la «primavera árabe» en 2011, los combatientes de AQPA se habían apoderado de la zona de Abian, de la que posteriormente fueron expulsados por las fuerzas gubernamentales yemeníes. Actualmente están instalados en la provincia de Hadramout, la patria ancestral de la familia Bin Laden, donde han levantado su bastión. En este territorio inhóspito, que ocupa un tercio del país, viven tribus con una concepción muy estricta del islam que a veces se alían con Al Qaeda, según los expertos.

Desde finales de julio, Estados Unidos ha intensificado sus ataques con aviones no tripulados, en los que han muerto al menos casi 40 supuestos terroristas. A pesar de esta nueva escalada, la ofensiva con drones se ha reducido en el último año a consecuencia de las críticas internacionales por la ejecución de asesinatos selectivos.

El experto en Yemen Gregory Johnsen considera que Washington se enfrenta a un gran problema en Yemen que hasta ahora no ha sabido resolver porque las autoridades norteamericanas –afirma– aplican la misma estrategia que en Pakistán y Afganistán, donde miles de árabes desarraigados llegaron para combatir en países que no son árabes. Por el contrario, en Yemen luchan principalmente yemeníes que viven junto a los suyos, y se cree que muchos se enrolaron para vengar la muerte de un familiar.

A su juicio, EE UU prioriza el asesinato de líderes terroristas en lugar de mirar a largo plazo, y mientras tanto, la organización Al Qaeda continúa creciendo y captando adeptos. «Estados Unidos tiene que darse cuenta de que esta guerra no la puede ganar por sí mismo. Sólo los jefes de las tribus y los clérigos en Yemen están en posición de desmantelar y derrotar a Al Qaeda», concluye Johnsen.

Además, la campaña con drones también tiene sus limitaciones, tal y como explica a LA RAZÓN Ahmad Majidyar, analista del Associate at the American Enterprise Institute: «En Pakistán, por ejemplo, los ataques drones disminuyeron a Al Qaeda y a sus socios en las regiones tribales, pero no han logrado desmantelar los refugios terroristas allí».

Al Wahishi, un líder «hábil y brutal»

El emir Naser al Wahishi, yemení de 36 años, es el líder de Al Qaeda en la Penínusula Arábiga. En 2006 escapó de una cárcel de alta seguridad en Saná junto a otros 22 terroristas y hoy es el segundo jefe de la red a nivel global. Al Wahishi fue secretario personal de Bin Laden durante seis años y la revista «Foreign Policy» le ha descrito como un personaje «hábil, innovador y brutal».