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Salud Mental

Un estudio revela que este pasatiempos típico de 'abuelas' es la clave para encontrar la felicidad

Un grupo de científicos australianos ha conseguido demostrar la relación entre bienestar y esta popular afición

Abuela feliz PEXELS (Polina Tankilevitch)

Mucha gente que los pasatiempos no sirven más que para eso mismo, como mera distracción entre una y otra tarea esencial de la vida cotidiana. Sin embargo, no podrían estar más equivocados, ya varias ramas de la psicología y la sociología han descubierto en las últimas décadas cómo, en cierta medida, algunos tipos de ocio son muy beneficiosos para el desarrollo cerebral y el bienestar emocional.

Es prácticamente imposible conseguir 'dejar la mente en blanco', más aún en un momento como el actual, cuando estamos sometidos a una tropelía de constantes estímulos que nos asaltan: tecnología, redes sociales, tráfico... Esto afecta fuertemente tanto a nuestra capacidad de atención como de concentración, 'intoxicados' como estamos por el volumen de alertas a nuestro alrededor.

Ya en el siglo XVII, el matemático y filósofo Blaise Pascal habló de la naturaleza de actividad humana cuando expresó que "La infelicidad del hombre se basa sólo en una cosa: que es incapaz de quedarse quieto en su habitación". Pero el constante movimiento sin tumbo puede ser contraproducente, provocando un 'deambular' mental en el que se hace complicado mantener el foco en una tarea.

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Es por ello que, aunque pueda no parecer intuitivo en un primer momento, 'distracciones' como los juegos y los pasatiempos puedes ser incluso beneficiosos para la salud mental y la capacidad de concentración. En esta ocasión hablaremos acerca de una de esas actividades que tradicionalmente desarrollan las personas de la tercera edad y es esencial para un mejor estado de ánimo.

Un estudio revela que este pasatiempos típico de 'abuelas' es la clave para encontrar la felicidad

En 2021 se publicó en Pub Med un artículo científico que llevaba por título 'Happy hookers: hallazgos de un estudio internacional que explora los efectos del crochet en el bienestar'. Este fue llevado a cabo por las investigadoras Dr. Pippa Burns y Dr. Rosemary Van Der Meer, de la Universidad de Wollongong, en Australia.

Con este trabajo, las profesionales se proponían explorar la relación entre la práctica del ganchillo y el bienestar personal, motivado por la creciente necesidad de identificar métodos accesibles y económicos para mejorar la salud mental y reducir el estrés, especialmente en personas de la tercera edad. Las conclusiones con las que se toparon fueron más que interesantes.

Para recopilar datos, diseñaron una encuesta en línea basada en herramientas previas utilizadas para investigar el impacto del tejido en el bienestar. La encuesta se difundió a través de plataformas de redes sociales durante un período de seis semanas, obteniendo más de 8.000 respuestas de participantes de 87 países diferentes, en su gran mayoría mujeres de la tercera edad.

Mujer haciendo ganchilloPEXELS (Diego Pontes)

Entre las razones que los encuestados expusieron por las que practicaban este pasatiempo, las más comunes fueron: expresar creatividad (82,1%)​, relajarse (78,5%) y obtener una sensación de logro (75,2%). Nueve de cada diez personas confesaron además que se sentían más calmados después de hacer ganchillo, y tres cuartos que se sintieron más felices y útiles.

Las investigadoras descubrieron que, aunque la mitad de los participantes no llevan mucho tiempo haciendo ganchillo, muchos ya habían experimentado beneficios significativos para su bienestar. Los resultados de estudio apuntan a que el ganchillo es más que una simple actividad recreativa: puede ser una herramienta valiosa para mejorar el bienestar mental y emocional.

Entre las respuestas más resaltables de los encuestados, muchos mencionaron que el ganchillo les ayudaba a manejar condiciones de salud mental, como la ansiedad y la depresión, y a afrontar eventos vitales difíciles como el duelo y enfermedades crónicas. Por otra parte, la naturaleza rítmica y repetitiva del ganchillo puede ser considerada como una forma de meditación activa, permitiendo a los individuos concentrarse en el presente y reducir pensamientos intrusivos o circulares.

La creación de piezas tejidas para regalar a seres queridos o donarlas a quien más lo necesita brindaba a los participantes una sensación de propósito y contribución a la comunidad, según el estudio. A través de las redes sociales, que permitieron a lo entusiastas del ganchillo conectarse, compartir patrones y experiencia, fueron construyendo una red de apoyo y camaradería.