Nueva York
La batuta en las manos: Es el director con más futuro de España
Pablo Heras-Casado, director de orquesta
Octubre de 2010. Pablo Heras-Casado (Granada, 1977) va a dirigir su primera ópera en el Teatro Real. ¿Quién es este chaval de ojos transparentes y pelo lleno de caracoles? Josep Pons, colega de atriles, sabe perfectamente de quién se trata. Y dice que dará que hablar. Que tiempo al tiempo. Gerard Mortier le ha elegido para empuñar la batuta en el foso del coliseo en «Auge y caída de la ciudad de Mahagonny», que firma La Fura dels Baus. De hecho, es el primer español elegido por el entonces responsable artístico del Real para pisar el foso. ¿Será una señal?
Nacido y criado en Granada, no teme (hablamos de hace tres años) que se pueda poner en cuestión su juventud, Y así lo explica: «Llevo trabajando desde hace quince años y he recorrido bastantes países de Europa, donde me han mirado sin prejuicios. Me entrego a mi trabajo, no es cuestión de tener más o menos años, sino de la experiencia acumulada... y la tengo. Mi método es generar la complicidad con el músico. Yo no impongo, hago, y sumo energías», decía hace tres años delante de unos profiteroles (¿o eran canutillos?) ante los que sucumbe sin condiciones.
De aquel encuentro divertido que tuvo lugar primero en un escenario repleto de basura por el que subía y bajaba Pablo y que acabó con una comida dicharachera, han pasado tres años. Sólo tres años. Hoy, noviembre de 2013, el director cuenta las horas que faltan para su debut en el Metropolitan con un «Rigoletto» de Verdi cuyo montaje transcurre en Las Vegas. Será mañana y será el director más joven que lo haga.
Por si no fuera suficiente, la revista más prestigiosa de música clásica de Estados Unidos, «Musical America», le ha nombrado esta semana director del año; «The New York Times» se rinde ante «el genio español» y «The Wall Street Journal» le ha dedicado días atrás su sección cultural, en la que le considera exponente de una joven generación de batutas latinas.
No pierde ni quiere perder las raíces que le anclan a Granada, a su casa del Albaicín, muy cerquita de la Alhambra, a sus familiares y amigos, a las charlas con los suyos. Hace la vida en los hoteles, donde pide habitaciones amplias porque lleva abultado equipaje, y servicio de limpieza dispuesto las 24 horas porque nunca sabe a la hora que llegará de la otra parte del mundo. De niño cantaba en el coro de su ciudad. Su carrera es imparable. Él es consciente, le va la cabeza a mil pero piensa despacio. Saborea y paladea el momento actual: ser el número uno antes de haber llegado a los cuarenta y vivir sin las ataduras de ser titular de una orquesta. Ha dirigido a la Filámonica de Berlín (Simon Rattle habla de él con orgullo, como queriéndoselo llevar a su terreno, pero no olvidemos nunca que es español, caray), a la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera, Sinfónicas de Chicago y Boston, en breve dirigirá a la Filamónica de Nueva York y ha firmado hasta 2015 como director principal de la orquesta neoyorquina de Saint Luke, una formación en plena expansión con la que disfrutará tres programa al año. En Madrid le impresionó conocer a Plácido Domingo, a quien iba a dirigir en «Il postino», aunque finalmente la enfermedad del tenor lo impidiera. Y Mortier le tenía reservado el atril para «El público», con libreto de Mauricio Sotelo en un par de años. Ya veremos. Mientras llega el día, Heras-Casado se permitirá seguro algún que otro «pecadillo» de chocolate, que para eso va camino de ser el número uno.
Currículum
Dónde y cuando: Nació en Granada el 21 de noviembre
de 1977.
Trabajo: Tras años de estudio y composición, debuta en 2003 en la Orquesta de Granada. Su gran descubrimiento le viene de la mano de Mortier en el Real, en 2010.
Presente: En breve dirgirá la Filarmónica de Nueva York y ha firmado hasta 2015 con la Saint Luke neoyorquina.
✕
Accede a tu cuenta para comentar