Londres
«El Niño» Torres se compra otra casa en La Finca
El futbolista está cerrando la operación para adquirir otra vivienda en la zona de Los Lagos, en la que ya posee el chalé que alquila a Toni Kroos.
Será porque permanece en el imaginario colectivo como ese «niño» que dio alas a todo un país marcando el gol ante Alemania que convirtió a España en la campeona de la Eurocopa de 2008 o por cómo ha conseguido erigirse en una de las figuras doradas de la iconografía rojiblanca desde el respeto y la entrega, pero pocos dudan hoy de que la vuelta a Madrid de Fernando Torres es el regreso del hijo pródigo, por más que Simeone haya querido templar la efusividad de la afición asegurando que el jugador «no llega como un salvador». Para la mayoría de los colchoneros, Torres siempre será el niño de sus ojos, y ese calor de los seguidores atléticos ha sido uno de los motivos por los que el delantero ansiaba jugar de nuevo en la capital, un deseo que al final llegó en forma de regalo navideño: «Por fin de vuelta a casa. Gracias a todos los que han hecho posible este sueño. Forza», escribía en su Twitter el jugador. Tras firmar un inmejorable debut en el Calderón con la victoria frente al Madrid en el partido de la Copa del Rey, ahora le toca organizar su vida fuera del terreno deportivo.
Aunque el jugador cuenta entre sus propiedades con una exclusiva vivienda en la zona de Los Lagos de La Finca de Pozuelo de Alarcón, en su chalé lleva meses instalado Toni Kroos, uno de los flamantes fichajes del eterno rival para esta temporada. El deportista alemán vive con su pareja, Jessica Farber, y el pequeño Leon en la casa de 1.300 metros cuadrados –que cuenta con cuatro dormitorios, un amplio salón, piscina, jacuzzi, sala de cine, gimnasio y garaje para una decena de vehículos– por el que paga un alquiler mensual de 25.000 euros. Como el cambio de residencia de Kroos parece poco probable a estas alturas –entre otras cosas, porque el contrato de arrendamiento se firmó por cinco años–, Torres ya se ha encargado de buscar un nuevo hogar para él y su familia. Según ha podido saber LA RAZÓN, el jugador atlético se encuentra cerrando la operación de compra de una de las residencias de «alto standing» de Los Lagos para trasladarse allí junto a su esposa, Olalla Domínguez, y sus dos hijos, Nora y Leo. Se trata de una residencia de características similares a las de la vivienda del jugador blanco Cristiano Ronaldo, que tiene en torno a 950 metros cuadrados construidos (875 útiles) y una parcela de 4.500 para que los niños puedan jugar a sus anchas. Con cinco dormitorios y una habitación principal que supera las medidas de muchas de las viviendas unifamiliares del común de los mortales (unos 70 metros cuadrados, en los que se incluyen dos baños independientes con jacuzzi y un par de vestidores), la casa podría ajustarse a la perfección a las necesidades de la familia, que tendría como vecinos a muchos otros protagonistas de la Liga como Simeone, Casillas, Bale, Sergio Ramos y Benzemá. Además, la exclusiva urbanización, que se ha granjeado la fama de ser una suerte de «búnker» antipaparazzi, mantendrá a la pareja, que en Londres apodaron como los Beckham españoles –ya que se encumbraron como auténticas celebridades en la ciudad–, alejada del escrutinio público, que viven con cierto recelo. De hecho, Olalla –la novia de toda la vida del jugador, con la que se casó en El Escorial el 27 de mayo de 2009– ha dinamitado la fama del término «WAG» (acrónimo de «wifes and girlfriends», con el que se refieren a las parejas de las estrellas deportivas) por su discreción a la hora de enfrentarse a los medios.
¿Nuevo tatuaje?
Pero el lujoso chalé no será el único aspecto en el que la nueva vida de Torres en Madrid podría semejarse a la de CR7. De hecho, uno de los aspectos que más preocupan a «El Niño» y su pareja es precisamente la educación de los pequeños Nora y Leo, de cinco y cuatro años respectivamente. Los críos, que iniciaron su etapa escolar mientras su padre triunfaba en la Premier League, acabarán matriculados en un centro bilingüe, aunque todavía no se ha decidido si lo harán en el British Council School –que ya han estado visitando estos días, porque ambos desearían que sus hijos continuasen su formación con el sistema británico, en el que se basa la metodología de este centro– o en el Colegio Americano de Madrid, en el que estudia el hijo del delantero blanco, Cristiano Jr. A la espera de que cierren todos los flecos de su nueva vida capitalina, el jugador atlético se encuentra, según confiesan desde su entorno, «exultante y feliz» por su regreso. Una de las primeras personas a las que ha ido a visitar tras su aterrizaje en Madrid es a su amigo el tatuador Leo Miralles, con el que ya habría pedido cita para la próxima semana para eternizar un nuevo dibujo.
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