Reino Unido
Boris Johnson, el hombre que «tiene más remolinos que un jacuzzi»
Petronella Wyatt, ex amante del ex alcalde de Londres, califica al político como «un lobo solitario que busca sentirse adorado por todos»
Petronella Wyatt, ex amante del ex alcalde de Londres, califica al político como «un lobo solitario que busca sentirse adorado por todos»
Político británico carismático, erudito y tremendamente populista, Boris Johnson ha sido hasta hace un mes alcalde de Londres. Líder de la triunfante campaña por el Brexit, era uno de los principales candidatos a suceder a Cameron. Sin embargo, el jueves anunció que no se presentará a la sucesión. Antes de llegar a la alcaldía, Johnson fue periodista, corresponsal del «Daily Telegraph» en Bruselas y director y columnista en la revista «The Spectator». Entre sus compañeros de profesión no tenía demasiada buena fama por su tendencia a inventar historias. El ex director del «Daily Telegraph», Max Hastings, escribió de él: «La mayoría de los políticos son ambiciosos e implacables, pero Johnson es un egomaníaco medalla de oro. No le confiaría ni a mi esposa ni, francamante, mi billetera».
Uno de los rasgos que caracterizan a Boris Johnson, de 52 años, es su tendencia a la infidelidad. «Ningún hombre debería estar confinado a una sola mujer», le dijo a la periodista Petronella Wyatt, que fue su amante en los años 90. Wyatt, en una entrevista a «The Mail on Sunday», le califica como «un lobo solitario y ambicioso». «Aspira al máximo en política porque no le basta con el amor de su familia ni con el de los «tories»; busca ser adorado por todo el mundo». Su actual mujer, Marina Wheeler, con la que se casó en segundas nupcias, y madre de sus cuatro hijos, le perdonó su escarceo con Wyatt y tuvo que soportar también su devaneo amoroso con Helen MacIntyre, asesora municipal, con la que llegó a tener una hija. Su primer matrimonio, con Allegra Owen, se rompió cuando él comenzó un «affaire» con su actual esposa.
Según Wyatt, el conservador es un hombre «bipolar, pasando con rapidez de la broma fácil a la depresión más profunda. Tiene más remolinos que un jacuzzi», asegura. La raíz de su conducta, según él mismo le confesó, está en su infancia, «fui el mayor de cuatro hermanos y tuve que pelear por las sobras». En sus años de relación, la periodista descubrió a un hombre «que ama las bromas, pero no es un bromista. Un hombre introvertido, de apariencia feliz, aunque su felicidad puede ser muy precaria».
En la biografía «Just Boris», escrito por la periodista Sonia Purnell, compañera del político en «The Daily Telegraph», descubrimos a un «hombre que inspira simpatía y lealtad, pero que nunca devuelve el favor. Un tipo que puede ser muy amigable, pero que rara vez será un amigo».
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