Bulgaria

Kalina y su hijo reciben el pasaporte búlgaro

La única hija del rey Simeón de Bulgaria y su pequeño solicitaron la nacionalidad en 2013; meses más tarde se la concedían, pero aún faltaba que les otorgaran el visado. Ahora dejarán Marruecos y vivirán en Madrid

El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández, la princesa Kalina de Bulgaria, su marido Kitín Muñoz y su hijo Hassan
El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández, la princesa Kalina de Bulgaria, su marido Kitín Muñoz y su hijo Hassanlarazon

La única hija del rey Simeón de Bulgaria y su pequeño solicitaron la nacionalidad en 2013; meses más tarde se la concedían, pero aún faltaba que les otorgaran el visado. Ahora dejarán Marruecos y vivirán en Madrid

El miércoles llegaban a Madrid, Kalina, Kitín y el pequeño Simeón Hassan, que a sus nueve años los monárquicos búlgaros consideran el sucesor del rey Simeón y es el único de los nietos que habla búlgaro. El motivo principal de la visita del matrimonio, que reside en Rabat desde hace diez años, era celebrar el 79 cumpleaños del rey Simeón con una comida familiar a la que también asistieron los reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía y, luego, asistir a la presentación de la biografía del rey de Bulgaria, que fue primer ministro de una república en lo que antes fue su reino. Ese acto reunió a toda la familia y contó con el Rey Juan Carlos como «presentador» del libro, dada la grandísima amistad que mantienen desde su juventud. Otro de los motivos de su visita era hacer una visita relámpago a Salamanca, ciudad que celebra 800 años de la apertura de su Universidad y el Festival Luz y Vanguardias. Querían que el pequeño Simeón Hassan disfrutase de ese espectáculo antes de recoger su pasaporte búlgaro en un hecho sin precedentes y que los príncipes han querido compartir con LA RAZÓN: «Ahora nos vamos a Bulgaria porque nos hacen el acto oficial de darnos el pasaporte búlgaro a nuestro hijo, Simeón Hassan, y a Kalina». Madre e hijo solicitaron la nacionalidad búlgara en 2013, y meses más tarde se la concedieron, pero aún faltaba que les otorgaran el pasaporte búlgaro.

El matrimonio lleva cerca de diez años viviendo en Marruecos, en la órbita de la corte del rey Mohamed, donde Kitín es cónsul, pero sin olvidar que por encima de todo es explorador y trabaja en el ambicioso proyecto de la Unesco «Unidos por el Patrimonio». De ahí que Kitín lleve dos años preparando una expedición con el apoyo de la Unesco, de la que es embajador de buena voluntad desde el año 1997, y que presentará en Madrid en otoño, en el que piensa involucrar a Carolina de Mónaco (acaban de estar en el Principado ultimando detalles con la princesa de Hannover) y a Jean Michel Jarre. «Estamos muy preocupados con la destrucción del patrimonio natural y cultural de la humanidad. Lo sucedido en Palmira fue un acto salvaje e irreparable y ahora tienen su mira puesta en acabar con las pirámides de Egipto. Hay que evitarlo», cuentan.

Cuando le preguntas a Kitín qué es, qué pone en su DNI, responde invariablemente: «Explorador-aventurero»: «El rey de Marruecos me nombró cónsul y todos los años organizo el Moussem de Tan Tan, un festival de tribus y cultura del desierto, donde nos instalamos durante unos días en tiendas. Además, desde hace un par de años estoy preparando una gran aventura que tiene como base la preocupación por salvar el patrimonio inmaterial de la Humanidad». Así que el aventurero, después de un tiempo de reposo en el que ha estado asentando a su familia, se propone volver a su medio natural, el agua, en una balsa de juncos. «Lo mío es la totora y el agua. En esta ocasión puede que también me acompañen Kalina y Simeón Hussein. Por qué no», deja caer. Kalina, que nos observa a su lado, aún sobrecogida por el impresionante Festival de Luz y Vanguardias de Salamanca, asiente con la cabeza dando una aprobación que va más allá de embarcarse en la expedición de su marido y también supone una aventura. «Yo adoro a mi padre, es la persona que más admiro en este mundo y estar separados es un sufrimiento al que vamos a poner muy pronto remedio», expresa Kalina.

- Cambio de residencia

La única hija del rey Simeón pasará dos meses en Bulgaria con su familia y su padre, donde recibirá su pasaporte búlgaro, y después de ese tiempo, dado que su hijo está escolarizado en un colegio internacional –con nueve años habla francés, inglés, árabe, búlgaro y español–, quieren instalarse en Madrid. Ahora, cada que vez visitan la capital se quedan en la residencia de los reyes de Bulgaria, cerca de la Ciudad Universitaria. Sobre las memorias de su padre, Kalina reconoce que «fue muy emocionante»: «He leído el libro y no hay un hecho en concreto que pueda resaltar porque admiro a mi padre. Es la mejor persona que conozco y su vida no ha sido fácil pero ha sabido afrontarla. Le respeto, le quiero y nos echamos de menos».

Por cierto, entre la pareja hablan en francés y el pequeño Simeón Hassan, un niño rubio educadísimo, con unos modales que le hacen ganarse el título de pequeño príncipe, también se reconoce como explorador. De hecho, es el miembro más joven del «Explorers Club» de Nueva York. «Yo soy explorador», contesta cuando se le pregunta. Enseguida su padre aclara: «Simeón Hassan casi aprendió a montar antes en camello que a andar». Kalina y su hijo tienen desde hace dos años la doble nacionalidad búlgara y española. Aman tanto Bulgaria que el niño fue bautizado en la capital, Sofía, y tuvo como padrinos al rey Mohamed VI de Marruecos y a la princesa Irene de Grecia, y Kalina, en las competiciones hípicas en las que participa, lo hace en representación de Bulgaria. Dejar el entorno de la Corte marroquí será un cambio en sus vidas, pero dada la complicidad que tienen los tres y la mente tan abierta se lo tomarán como una expedición.

Festival de luz y vanguardias en Salamanca

El viernes la princesa Kalina y su familia disfrutaron del Festival de Luz y Vanguardias de Salamanca. Arte y luz proyectados sobre edificios históricos de la ciudad que se convierten en lienzos por los que aparecen dragones, rayos sicodélicos, caras, serpientes, figuras geométricas, construcciones, música y mucha luz. Algo verdaderamente excepcional y magnífico que ilumina, aún más si cabe, la belleza de Salamanca. La idea fue de Estudio de Comunicación con el apoyo de Iberdrola, cuyo presidente Ignacio Galán hace gala de ser charro, de ahí que la ciudad donde ha nacido este innovador festival abierto al público y gratuito, haya sido Salamanca.