Las citas furtivas de Paula Echevarría

La actriz parece decidida a no confirmar su relación con Miguel Torres hasta que firme el divorcio de David Bustamante.

Se veía venir. Cuando Paula Echevarría pronunció su «no hay marcha atrás», refiriéndose a su ruptura con David Bustamante, todos intuimos que esa frase escondía una segunda parte, que ha desembocado en su incipiente relación sentimental con el futbolista del Málaga Miguel Torres. Pero ninguno de los dos va a dar un paso adelante reconociendo lo que parece más que evidente hasta que la actriz logre el divorcio de David Bustamante. No quiere escándalos prematuros ni habladurías. El problema estriba en que ese proceso parece que se está complicando por motivos económicos y por el desacuerdo en los términos del comunicado conjunto que la pareja iba a enviar dando por terminada su unión.

Una amiga de la «it girl» asegura que «está muy ilusionada con Miguel. Le ha devuelto la alegría porque el último año lo ha pasado muy mal por la presión mediática, su ruptura con David, los desencuentros familiares, los llantos y la pena de su hija al ver a sus padres tan distanciados. Todo esto le afectó muchísimo. Ahora parece como si se hubiera quitado una carga de encima y su intención es llegar a un divorcio lo más amistoso posible, aunque David no se lo está poniendo fácil ».

El futbolista y la actriz se citan furtivamente en casa de amigos y hoteles de Madrid. Así ocurrió el 12 de febrero, cuando se les fotografió saliendo del Hotel Villamagna. Torres se desplazó desde Málaga a la capital, donde alquiló una junior suite. Allí acudió Echevarría, quien aparcó su coche a la vista de los «paparazzis». Parecía como si no quisiera ocultarse de nadie. Es más, su círculo próximo apunta a que puede ser una estrategia para que David entienda que «no hay vuelta atrás» en su relación.

«Mantra para cada comienzo»

La pareja pasó varias horas en el hotel, donde tomaron comida hindú. A la hora de abandonar el establecimiento, lo hicieron por separado, pero sin esconderse, por la puerta principal. Esta pasada semana el encuentro, de igual forma, se produjo en un apartamento. Después de éso, Paula deleitó el sábado a sus seguidores con la imagen de un pasaje del capítulo «El amor es el mayor poder del universo. Haz tuyo ese poder» de un libro de Gema Veiga, al que acompañaba de un comentario: «Mantra para fines de semana, de mes, de vida... Y para cada comienzo».

Según una persona del círculo íntimo de ambos, «el día del cumpleaños de Alicia, en el que se reencontraron, fue cuando saltó la chispa, intercambiaron los teléfonos y quedaron en llamarse. Él fue quien dio el primer paso y ella se sintió halagada, porque Miguel le gusta mucho. Si no se tuerce esta relación tiene mucho futuro».

Ante la evidencia, Bustamante ya no entra en el domicilio familiar cuando acude a recoger a su hija Daniella y cuando la actriz acercó hace unos días a la niña a casa de su padre apenas transcurrieron tres minutos entre su entrada y su salida. La tensión entre ellos es más que evidente. Ni se hablan ni se relacionan, ni tan siquiera por el bien de la menor de nueve años.

Daniella no conoce todavía al amigo «especial» de su madre. Además, la niña tiene predilección por su padre y, según afirman amigos cercanos a la pareja, «le cuesta admitir que éste ya no viva a su lado».