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Paz Padilla: «Buscan hundirme»

La humorista tiene las horas contadas en el programa que de manera precipitada retomará a finales de mes su presentador habitual, Jorge Javier Vázquez, cuyos colaboradores han tenido continuos enfrentamientos con Padilla, el último por su acento andaluz

Paz Padilla
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La humorista tiene las horas contadas en el programa que de manera precipitada retomará a finales de mes su presentador habitual, Jorge Javier Vázquez, cuyos colaboradores han tenido continuos enfrentamientos con Padilla, el último por su acento andaluz

Cree estupefacta que la han tomado con ella tras el nuevo reportaje de «Lecturas», donde asegura que se lleva fatal con su equipo. A final de mes dejará de presentar «Sálvame», donde abundan sus patadas al diccionario que no son los rifirrafes por su acento, como el que provocó la absurda, divertida y efectista pelea con Mila Ximénez, insistiendo en que el rey Melchor es «Melchó». Miembros de su equipo me cuentan la rabieta, con cómicos gritos de «¡buscan hundirme!». Tras conocer la nueva arremetida descalificadora en la que se cuestiona su relación con la tan aporreada Lidia Lozano, Kiko Hernández y Matamoros –quien le parece el más débil, según me dice, no sé si bromeando–, Jorge Javier adelanta su retorno después de dos años haciendo teatro. La cadena de Fuencarral precipita así una vuelta que habían previsto para la primera decena de febrero, pero prefieren el borrón y cuenta nueva, quizá alentados por las declaraciones del más «showman» que presentador, que anuncia que «deseo retomar “Sálvame” para enderezarlo porque hace agua».

Persecución

«No entiendo lo que está pasando ni esta persecución, y menos ahora que lo dejo. No conozco al director –bueno, ella dice “direstor”– ni a nadie que trabaje allí. A lo mejor hice algo mal sin enterarme. Sólo así me lo explico», reconoce Paz Padilla en nuestra charla, ya con las horas contadas para despedirse. La conocí hace muchos años, cuando con Chiquito hacía una colaboración semanal en el programa de Antonio Herrero «La mañana». Frecuentemente nos íbamos de bolos, donde no fallaba ni Jiménez Losantos, tan admirado por Nati Mistral, de la que ayer no comenté que vive pegada a sus programas y que fue un hito junto a Lola Herrera en «Fortunata y Jacinta» y en «Los padres terribles» de Cocteau junto a Amparo Rivelles, Vicente Parra y Carmen Conesa. Un reparto de auténtico lujo dirigido por Pérez de la Fuente. Tiempo después la vi en Broadway con Kathleen Turner y sólo le aventajaba en la escenografía. No era tan patética como en el duelo interpretativo con Rivelles, donde Nati estremecía por su forma de morir escénicamente.

Con una generosidad desacostumbrada con otros directores que tuve, Herrero nos doblaba el caché en cada salida. Era generoso en todo y me contrató al morir Encarna Sánchez, entonces consejera de la COPE. Me la tenía jurada y se oponía a mi contratación. «Muerta la perra, se acabó la rabia. Empiezas mañana», me dijo el insuperado marbellero fallecido en plena juventud, como los héroes. Padilla era una chistosa y un buen complemento para la personalidad única de Chiquito, al que a veces homenajea con su manera de hablar o de dar pasitos. Señal de cuánto aprendió a su vera.

Ni una cena

«No sé qué pasa. De entrada, no es que me lleve mal o no me entienda con el equipo. Sólo son mis compañeros de trabajo. Ni salimos juntos ni vamos a cenar. Siempre he mantenido ese distanciamiento, el mismo con el que hace 20 años decidí no conceder entrevistas. Por eso me dolieron las fotos que me robaron», me contó Paz. «Gracias por lo que me toca, no esperaba menos de ti», le dije, y me respondió: «Hago mi trabajo lo mejor que sé y, pese a todo, estoy muy a gusto en “Sálvame”. Se dónde estoy y conozco a los colaboradores en lo bueno y en lo malo. Son muy distintos y eso es otro acierto del programa. Lidio como puedo. Qué voy a decirte a ti, que estuviste con nosotros».

«Por cierto, ¿por qué te fuiste? Nunca lo supe», me pregunta ahora Paz a mí. «Al cumplirse el año de programa, resolví dejarlo porque no estaba a gusto y me recortaban días. Cada tarde salía con contracturas de la tensión. Nunca sabes por dónde van los tiros. Sorprender es lo que funciona. Probé, pero no di el juego que ellos pretendían ni encontré lo que buscaba. Yo informo, cuento y doy noticias. Fue una equivocación mutua, aunque no me gusta insistir en mis errores cuando los reconozco», le contesté, y añadí:«Ahora lo dejas tú y tus críticos repiten que le das muchas patadas al diccionario», a lo que Paz argumenta: «Es que pienso en andaluz y lo suelto espontáneamente. A veces lo hago como gracia y funciona. Han sido ocho temporadas donde hubo de todo».