Un rico alto en el camino

Si viaja a La Rioja, al País Vasco o a Cantabria, o regresa de sus vacaciones, haga sus cálculos al volante, porque hacer un alto en el camino en Landa es obligado. Seguro que desde que abandona su lugar de origen sueña con los huevos con morcilla, que sirven a cualquier hora del día, ya que la cocina abre desde las ocho de la mañana hasta las doce de la noche. El local dispone de varios espacios: un restaurante y, para un picoteo rápido, cuenta con una barra, siempre abarrotada en horas punta, de unas mesitas bajas y de una mesa comunal, que los propietarios se trajeron de Menorca. ¿Otros bocados a degustar? Las croquetas de jamón, la cecina de buey y las bravas. En la oferta de bocadillos, el rey es el pepito de ternera, aunque no desmerece el pan con tomate y paletilla ibérica, el de chistorra e idiazábal y la pulga de solomillo y camembert.

En el caso de que opte por un almuerzo formal, en su carta no faltan las recetas clásicas castellanas. Entre ellas, la sopa de ajo con huevo pochado, la cecina de wagyu, criado en la provincia, y el corderito lechal asado en horno de leña y servido en cuartos. En cuanto a la bollería, riquísimos son los cruasanes, las palmeras y las caracolas, perfectas para una merienda en este espacio con hotel, cuyos comienzos se remontan a 1959. No olvide pasarse por su tienda.

Restaurante: Hotel Landa

Dónde: Ctra. Madrid-Irún, km. 235. Burgos

Tel.: 947 25 77 77