Entre las siluetas minimalistas y los guiños a la elegancia francesa del debut de Michael Rider para Celine, hubo un detalle que solo los verdaderos conocedores de la firma pudieron reconocer. Nos referimos a la chaqueta satinada que Rider presentó sobre un vestido negro de líneas puras. Una prenda que, más allá de su aparente simplicidad, esconde una poderosa carga simbólica: su diseño recuerda, de manera casi literal, a la icónica chaqueta que Phoebe Philo incluyó en su primera colección para Celine, en 2010.

2010, el año en que todo cambió para Celine

Aquella colección resort 2010 de Phoebe Philo supuso un punto de inflexión para la firma parisina. Con su visión depurada, femenina y moderna, Philo no solo redefinió los códigos estéticos de Celine, sino que marcó un antes y un después en el armario contemporáneo. La chaqueta de solapas satinadas, minimalista pero cargada de intención, simbolizaba esa nueva era: una mezcla perfecta entre sofisticación y pragmatismo, entre lo clásico y lo radicalmente actual.

Hoy, quince años después, Michael Rider toma ese testigo y lo reinterpreta con respeto, pero también con ambición.

Entre herencia y presente: la visión de Michael Rider

Lejos de limitarse a replicar los éxitos del pasado, Rider ha dejado claro en su debut que comprende la esencia de Celine, pero quiere llevarla un paso más allá. Así como reintrodujo el mítico bolso Luggage Phantom en una versión actualizada, ahora recupera también las líneas esenciales de aquella chaqueta satinada, adaptándolas al lenguaje de 2026: proporciones sutilmente alargadas, hombros marcados, tejidos nobles y un aire que respira tanto pasado como presente.

En un contexto donde la nostalgia se ha convertido en motor creativo -solo hay que ver los recientes regresos del City de Balenciaga o el Spy de Fendi-, Rider demuestra que mirar al archivo es un acto de comprensión profunda.

¿Estamos ante una nueva era para Celine? Los primeros gestos apuntan a que sí. Y como ocurrió en 2010, puede que dentro de unos años, al mirar atrás, identifiquemos esta chaqueta como la señal de que algo estaba, una vez más, a punto de cambiar.