Moda

Cuando en Persia se veían bikinis

La primera grieta en los muros de las dictaduras militares y religiosas, que en tantas ocasiones son militares/religiosas, empieza por el destape, como sucedió en el franquismo final, con aquella reivindicación del toples

El Holbourne Museum exhibe este bikini iraní durante una exposición dedicado al arte de este país
El Holbourne Museum exhibe este bikini iraní durante una exposición dedicado al arte de este paíslarazon

La primera grieta en los muros de las dictaduras militares y religiosas, que en tantas ocasiones son militares/religiosas, empieza por el destape, como sucedió en el franquismo final, con aquella reivindicación del toples.

La emancipación del espíritu empieza por la liberación del cuerpo. La primera grieta en los muros de las dictaduras militares y religiosas, que en tantas ocasiones son militares/religiosas, empieza por el destape, como sucedió en el franquismo final, con aquella reivindicación del toples que terminó con tantos exaltados encaramados en las fuentes y otros variados paisajes urbanos. Al principio no fue el verbo, como dice San Juan, aquel visionario de Patmos, sino la desnudez, como pletórica metáfora, de Adán y Eva. El Paraíso no se denominó Paraíso por una supuesta felicidad arcádica, sino porque el hombre no sentía vergüenza de sí mismo.

El castigo de aquel orífice del barro que resultó Dios no fue la expulsión del Edén, una imagen anticipatoria del destino errante que después correría nuestra especie, con sus peregrinaciones y migraciones (como las que desbordan ahora las líquidas fronteras europeas), sino con un sentimiento pudibundo ante el descubrimiento repentino de la carne, de la anatomía como pecado, privándonos así de lo más natural que poseemos, que es la propia naturaleza.

Un precedente que ha animado a mucho predicador y celador de la verdad, abrigándose en argumentos y pretextos de diferente pelaje y horma, a condenar la figura humana, convirtiendo la silueta de la mujer en sinónimo de aberración y camino de tentaciones. El Holburne Museum de Bath, en Inglaterra, ha dedicado una exposición a diferentes artes iraníes y de las cajas embalaje se ha sacado un bikini de finales del siglo XIX y principios del XX, una especie de vanguardia olvidada, una pieza que habla de una modernidad perdida y trae a la memoria ecos de libertades periclitadas. Las verdades a veces se revelan en la anécdota, en la epidermis de lo trivial, y este «top», de entretejida sexualidad, viene rebatirnos remotas profecías aceptadas de una historia predestinada o lineal, y ha advertirnos, en cambio, de que el curso del destino está regido por movimientos de avance, pero, también, de claros retrocesos.