Los mejores vestidos de Nochevieja

A 2018 se le acaba la pila y la Navidad es el último coletazo antes de cambiar de ciclo. Es una época de gastos, muchos gastos: uno de los principales quebraderos de cabeza antes de despedir el año es elegir qué ponerse en fechas tan señaladas como Nochebuena o Nochevieja. De la víspera de Navidad ya hablamos extensiblemente en su día, por lo que ahora toca despedir el año a lo grande. ¿Cuáles son los mejores vestidos de Nochevieja?

El portal Missguided es una muy buena opción para encontrar ese outfit que se resiste. Se trata de una web que vende ropa y, precisamente, para ese día, no es que vaya corta: blazer, de escote corto, largos de pierna... Además, cuenta con todo tipo de variedad, tanto en materiales (de tachuelas o de terciopelo, por ejemplo) como en colores (azul, negro, leopardo, amarillo...). Algunos de los productos cuentan con un precio muy económico de menos de 20 euros, por lo que, aparte de la variedad, es una muy buena elección para las carteras menos pudientes. Si, precisamente, el dinero es uno de los principales problemas a la hora de armarse un look navideño, Clara ha dado con la solución: en su última lista han integrado 20 modelos diferentes por menos de 40 euros. El único problema es que muchos de los ejemplos no se pueden adquirir vía online, por lo que habrá que desplazarse a la tienda más cercana. Esa es, también, la opción de muchas compradoras: acudir directamente a su centro comercial más cercano, rebuscar entre las tiendas más habituales y escoger entre la amplia piscina de opciones disponible. Es lícito y, de hecho, es lo más común. Por suerte, Instyle lo pone más cerca que nunca: han realizado un recopilatorio de los mejores vestidos de Nochevieja de las tiendas más concurridas, estas son, Zara, Mango, Stradivarius o Bershka.

Antes de embarcarse en un potencial viaje frustrado, sería conveniente echarle un ojo a la lista para ir con alguna idea prefijada. Con estas variantes es prácticamente imposible que te quedes sin un outfit a la altura para despedir el año. Sólo es cuestión de acertar, algo que, de hecho, puede llegar a ser más difícil que escoger la prenda.