Moda

Pasarela Cibeles: de Torremolinos a un Haiku

Dos modelos lucen unas creaciones durante el desfile de Moisés Nieto.
Dos modelos lucen unas creaciones durante el desfile de Moisés Nieto.larazon

Jornada deslumbrante con las colecciones de Andrés Sardá, Ana Locking, Roberto Torreta, Juanjo Oliva y Amaya Arzuaga, entre otros.

El profesor Ulises Mérida comparte desfile con su alumno Moisés Nieto para la segunda jornada de la MBFWMadrid. Uno se inspira en los haikus, poesía japonesa y el benjamín, en el Torremolinos que no conoció pero que ha visto mil veces en las películas de Alfredo Landa. Las suecas revolucionaron las hormonas de aquella generación y también la colección de Moisés. Botas altas, mini vestiditos, camisas con lazadas, neoprenos y ese brilli-brilli que aporta la micro lentejuela transparente, algo que a Gracia de Mónaco le habría quedado como un guante.

Y para guantes, la lencería de Andrés Sardá. Victoria´s Secret es un desfile de ángeles aficionados comparado con las propuestas y puesta en escena de Nuria Sardá, que ha decidido reivindicar el mundo animal y nuestros orígenes africanos. Una lencería que viste más que desviste y que presenta propuestas de mañana, tarde y noche. Sí, cambios de ropa interior para cada ocasión. Patchwork, dorados, caquis, rafia, plumas para braguitas, sujetadores y bañadores, que ponen esas prendas en el olimpo de la gran costura. Impecable heredera del saber lencero de Sardá.

Torreta en quince minutos cuenta una historia y la suya es «femenina y elegante», en palabras del diseñador argentino«, con diferentes siluetas; la asimétrica con crep de seda y la ajustada con un príncipe de gales reinterpretado». En su propuesta únicamente hay vestidos y faldas, tan sólo un pantalón en un esmoquin ultra femenino y un estampado de hojas verdes. Nada básica y llena de volúmenes, así es Amaya Arzuaga, una infatigable buscadora del más allá en tejidos y en cortes. Son propuestas para un verano lunar, un desembarco en el futuro con su oda al negro, al volante, al fuelle y a la capa y que en algunos cuellos con plisados recuerda a los arlequines. Todo es mini en un ropero que guarda destellos nude y amarillo flúor como en las creaciones del arquitecto Eero Saarinen.

La colección de Juanjo Oliva para Elogy de El Corte Inglés resume 15 años de costura en apenas unos trajes camiseros, un par de pantalones piratas, para centrarse en un espectáculo de trajes largos, sobrios y vaporosos. El madrileño comienza jugando con las rayas y luego por las gamas más bonitas de colores puros; y si a esto le añades que puedes hacerte con uno de los Juanjo Oliva que desfila en MBFWM por 90 euros, lo normal es que arrase. La colección para Elogy, que iba a ser una colaboración puntual tiene tanto éxito que van por la novena temporada.

La colección de Ana Locking es «foreva» (para siempre en el inglés de la calle). Ana dice que habla de la vida, de lo cotidiano y de esos instantes que cuando vas a fotografiarlos ya han pasado. En definitiva, habla de amor, pero eso hay que llevarlo a la ropa y eso significa una orgia de detalles: volantes, minifaldas, chalecos, monos, cristales bordados, lentejuelas, encaje, chorreras y bolsillos redonditos muy marcados. Trata de amor y es muy femenina, que no ñoña. Las colecciones de Ana Locking, muy bien cosida y rematada con mimo, siempre guardan una imagen y la de «Foreva» es un bouque de flores sintéticas para que duren siempre. Al lado de ellas hay un llavero con una chapa marcada con un número 25: son las llaves del primer piso que compartieron en la planta 25 de la Torre de Madrid Ana y Alberto. Porque tengo que decir que la colección está dedicada a su alter ego, Alberto Gonper y con razón porque si ella habla de amor, él es el destinatario. El valor añadido, que Zara jamás podrá emular, de una de estas prendas es la historia que cuenta. Como Hannibal Laguna, un exquisito mago de la noche; sus trajes con encaje y pedrería contienen la pócima mágica para crear la prenda perfecta con la que sentirte una mujer poderosa y elegante. Sus cortes internos y el juego de texturas mezclando encajes con sedas y las combinaciones de colores con el negro como base, hacen que el azabache sea la varita mágica de su éxito.