Ingeniería

Un yate para surcar los cielos

Un yate para surcar los cielos
Un yate para surcar los cieloslarazon

Sí, ha leído bien. Un barco que vuela. Concretamente, el «Thunderbird», fabricado por el maestro naval John Hacker en 1939 para el vividor George Whittell, es la fuente en la que se ha inspirado la compañía de jets privados Embraer para dar a luz una versión exclusiva y altamente personalizada de su Lineage 1000E. Skyatch One la han llamado, y aspira a convertirse en el avión más lujoso del mundo en su categoría.

De la mano de la empresa Sotto Design, Embraer presenta una aeronave de tintes náuticos en su aspecto y en la distribución del interior, repleto de exclusivos detalles. Bronce, oro, plata, platino, caoba y pieles salpican cada rincón, cada accesorio, con un estilo marinero clásico e inconfundible que hace que parezca que navegamos en alta mar cuando en realidad nos encontramos a miles de metros sobre ella.

La cabina se divide en varias zonas. En primer lugar, un espacioso hall de acceso que da paso a una pequeña área para reuniones y conferencias. Después, una zona de estar con un imponente sofá «Chester» y una inmensa televisión, seguida de otro espacio con sillones individuales en los que puede, por ejemplo, servirse un almuerzo desde el bar contiguo. Al fondo, separada de todo lo demás, se halla una imponente suite de cinco estrellas con un espacioso baño con ducha incluida para llegar a destino completamente fresco y relajado.

El vuelo más «premium»

El Skyatch One es un avión de categoría «ultralarge» con un alcance de 4.600 millas náuticas (8.500 kilómetros) y capacidad para una decena de pasajeros aproximadamente. Con un precio inicial de 83 millones de dólares (casi 80 millones de euros), este jet privado ofrece sin duda una de las máximas experiencias de lujo en el aire.