Transporte por carretera

Uso de la bicicleta en la ciudad

Uso de la bicicleta en la ciudad
Uso de la bicicleta en la ciudadlarazon

Aunque aún queda mucho por hacer para conseguir que la bicicleta sea un medio más de transporte, en España ya hay casi cuatro millones de personas que utilizan la bicicleta para desplazarse por la ciudad.

Aunque aún queda mucho por hacer para conseguir que la bicicleta sea un medio más de transporte, en España ya hay casi cuatro millones de personas que utilizan la bicicleta para desplazarse por la ciudad. Cada vez son más las ciudades que, como por ejemplo Sevilla y Barcelona, poco a poco van adaptando sus infraestructuras e incorporando más kilómetros de carril bici y aparcamientos para que esta opción se convierta en una realidad más extendida.

Existen más de un centenar de ciudades en el mundo en el que las bicicletas ocupan gran parte del paisaje, siendo el medio principal de transporte de un porcentaje muy importante de la población. Ciudades como Amsterdam o Berlín son un claro ejemplo de ello. A pesar del frío y de los meses de nieve, en estas ciudades gran parte de sus habitantes cuentan con una bicicleta en casa, y además, la utiliza a diario. En muchos casos incluso familias con hijos deciden sustituir el coche por la bicicleta, valiéndose de sillas y carritos especiales para niños que se le pueden añadir a las bicicletas para desplazar a los más pequeños. Y es que implantar este hábito únicamente puede aportar ventajas para todos.

Ventajas del uso de la bicicleta en la ciudad

Reducción de la contaminación

Es evidente que el uso de la bicicleta reduce los niveles de contaminación ambiental siendo así la opción más sostenible, pero además de que no consume derivados del petróleo, la bicicleta también ayuda a reducir la contaminación acústica. Los vehículos a motor generan el 80% del ruido ambiental que existe en las ciudades, con cifras que superan considerablemente los valores máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

Pese a que no somos conscientes, la contaminación acústica de las ciudades provoca serios problemas de salud para sus habitantes. Además de fuertes dolores de cabeza, incremento del estrés y de los problemas para conciliar el sueño, puede llegar a generar también trastornos cardiovasculares y hormonales.

Seguridad

Para que las ciudades puedan implantar el uso de las bicicletas de forma habitual es imprescindible instaurar al mismo tiempo una educación vial entre la población que haga posible la convivencia segura entre los vehículos a motor, los peatones y las bicicletas. Especialmente los coches tienen que aprender a moderar la velocidad para que esta convivencia sea posible, lo que de forma simultánea originará una disminución de las cifras de accidentes de tráfico. Por otra parte, resulta conveniente resaltar en este punto que aunque a priori las bicicletas puedan parecer vehículos mucho más vulnerables que los coches y las motos, el número de accidentes es mucho menor, con una proporción de 2 accidentes de bicicleta por cada 100 de coche.

Ahorro

Las cifras hablan por sí solas, y es que gastamos 30 veces menos en una bicicleta que en un coche. No solo se ahorra con el coste de su adquisición sino también en su mantenimiento. Mire por donde se mire la bicicleta es mucho más eficiente y su uso supone un ahorro muy superior en todos los sentidos, y la diferencia es verdaderamente descomunal. Ahorro de energía, ahorro en los costes de construcción, ahorro en combustible, y como ya hemos comentado, ahorro en la adquisición y el mantenimiento.

Espacio en la ciudad

En términos de espacio los datos son sencillamente demoledores, ya que como es obvio, las bicicletas ocupan 5 veces menos espacio que un coche. Además, el hecho de que se disminuya el número de vehículos a motor en las ciudades no solo ayuda a mejorar los graves problemas de tráfico con los que se enfrentan cada día muchas ciudades, sino que también reduce el estrés urbano general aportando un ambiente mucho más agradable, ciudadanos más contentos y comunicativos con más espacios de convivencia ciudadana, y ciudades más bellas.

Hacer ejercicio

Pedalear es una magnífica manera de ponerse en forma. La falta de tiempo es generalmente una de las razones principales por las que muchos dejan el ejercicio físico de lado. Pasamos muchas horas en la oficina sentados delante de un ordenador, y a todas esas horas además hay que añadirle los tiempos de los desplazamientos, que en grandes ciudades ya sea en transporte privado como en transporte público, suelen ser tiempos bastante considerables. Utilizar la bicicleta todos los días para ir al trabajo es la forma más práctica y saludable de solventar este problema. Pedalear moviliza grandes grupos musculares del cuerpo y además, cuando se realiza de forma regular, mejora la frecuencia cardíaca y respiratoria.

Bicicletas eléctricas

El único inconveniente que pueden presentar las bicicletas convencionales frente a esos días de calor de verano con altas temperaturas es el sudor. Para solventar este posible inconveniente también existen las bicicletas eléctricas, una opción que se ha convertido en un medio de transporte cómodo, divertido e igualmente respetuoso con el medio ambiente.