Almonte

Almonte renueva el rito de la «venida» de la Blanca Paloma

La imagen sale hoy del santuario y, tras ser cubierta con un velo, recorre de madrugada el camino de los Llanos

Imagen de la Virgen del Rocío
Imagen de la Virgen del Rocíolarazon

La imagen sale hoy del santuario y, tras ser cubierta con un velo, recorre de madrugada el camino de los Llanos

No es lunes de Pentecostés, cuando la Blanca Paloma asoma a la marisma entre el fervor de sus devotos. No es primavera ni sus fieles han ido peregrinando a la aldea desde toda España tras los simpecados. La Virgen del Rocío vuelve a salir hoy, en una calurosa tarde de verano, al encuentro con sus fieles, y de los almonteños particularmente, con los que compartirá nueve meses de confesiones y súplicas. El rito de la «venida» a Almonte, que tiene lugar cada siete años, toma forma desde esta tarde, cuando la imagen, ataviada de pastora, salga de su santuario entre salvas de escopetas.

El primer documento que recoge este traslado está fechado en 1607, cuando asolaba al pueblo una intensa sequía. La Virgen del Rocío era trasladada a Almonte en momentos puntuales cuando había epidemias, guerras, hambrunas o malas cosechas. Los almonteños se han aferrado siempre a su patrona en momentos complicados. Desde 1949 estos traslados, que congregan a una multitud, se efectúan cada siete años, una tradición que sigue un esquema inalterable. En las inmediaciones del santuario, las camaristas le colocan un velo para protegerla del polvo. Luego, durante toda la madrugada, recorre el camino de los Llanos. El trayecto, de unos 14 kilómetros, está salpicado de hogueras y de altares efímeros para rendirle pleitesía. Las denominadas «abuelas almonteñas» van portado los atributos de reina, como la corona, las ráfagas o la media luna que luce a sus pies. La virgen llega al Chaparral y, con las primeras luces del día, es despojada del velo y su mirada baja vuelve a dirigirse a sus devotos. Es entonces cuando el pueblo estalla de júbilo, comenzando una procesión hasta la parroquia de la Asunción, donde permanecerá hasta poco antes de la romería del próximo año.

Para esta ocasión tan especial las calles de Almonte por las que pasa la Virgen del Rocío se han engalanado profusamente. Llama la atención la catedral efímera levantada frente a la parroquia. En otras «venidas» se realizada a base de arcos de madera. La estructura de este año, según el proyecto de la arquitecta municipal Natividad López, se ha realizado en acero y aluminio para que el conjunto sea más seguro y se simplifique el montaje y desmontaje. Tiene una altura máxima de 20 metros y cuenta con luces LED que van cambiando de tonalidad dependiendo del tiempo litúrgico.