Política

Andalucía

¿Bob es esnob?

Bob Dylan actúa este fin de semana en Sevilla y Fuengirola / Foto: Efe
Bob Dylan actúa este fin de semana en Sevilla y Fuengirola / Foto: Efelarazon

Robert Allen Zimmerman, Bob Dylan para este siglo y para el pasado, es quizás el último divo contemporáneo de la cultura, usado sea este término-comodín ante la imposibilidad de definir con una sola palabra su ingente actividad, mitad musical y mitad literaria. Ahora que las folklóricas se zambullen desde un helicóptero en programas de prime time, los novelistas retozan en el dormitorio de las reinas del cuché y los otrora místicos toreros se adocenan entre garrapatas de partido en las papeletas electorales, resulta entrañable la pose de niño malcriado de un cantautor inaccesible en su torre de marfil y renuente a las apariciones públicas, con espantadas tan ostentosas como sus ausencias en la recogida de los premios Príncipe de Asturias y Nobel. Vivimos la era de la sobreexposición, de modo que no sobra nunca alguien celoso de su intimidad, ni siquiera cuando su hermetismo toma la forma de una descortesía infantiloide: se le pasó hace rato la edad de los caprichos. Pues resulta que la leyenda se hace carne mortal este fin de semana en Sevilla y Fuengirola, a punto de cumplir 78 años y del todo amortizado, por desgracia, por esta sociedad de la urgencia que tan mal casa con sus obsesiones introspectivas. ¿Qué punzada letal no heriría su ego si supiese que la primera referencia sugerida por google, al teclear «bob», no es «dylan» sino «esponja»? La prensa local ignora su advenimiento o lo relega a las páginas traseras, mientras que crían polvo los carteles de «NO HAY BILLETES» en Fibes y en el Marenostrum Castle Park, que sí se llenarían con un partido de baloncesto de mediano nivel. Ciertos eventos serán siempre sólo aptos para minorías, y bien está que así sea porque la masa todo lo contamina. Aunque no siempre sea sencillo distinguir entre lo selecto y lo esnob.