Política

Andalucía

Chiqui: cuando el colegio no cunde

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero / Foto: Manuel Olmedo
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero / Foto: Manuel Olmedolarazon

De los autores de «El dinero público no es de nadie», ahora llega a su cartelera «Chiqui: 1.200 millones es muy poco». La plenipotenciaria del susanismo en La Moncloa no ha querido ser menos que su antigua enemiga y hoy superior directa, Carmen Calvo, y nos ha legado para la posteridad una frase que explica por sí misma el sentido patrimonialista que tienen de las instituciones los socialistas andaluces. Sobre la ministra Chusa Montero, morena importantísima desde sus muy pretéritos tiempos como consejera de Sanidad, cuenta su currículo –objeten el dato cuanto gusten– que se licenció en Medicina, lo que explicaría sus escasos conocimientos de Economía aunque no justificaría su frivolidad en la interpretación de los valores numéricos: «Chiqui: 28 de máxima y 19 de mínima es muy poco», trataría de consolar despreocupada a un hipertenso con las arterías a pique de aneurisma. Por suerte para todos, no consta que la doctora Montero se haya embutido jamás en una bata blanca, o acaso sólo para alguna foto propagandística, aunque sí atendió con diligencia a un miembro de esta redacción que se descompuso en sede parlamentaria. Su último patinazo ha desnudado, por si hiciese falta, los lodos mediáticos por los que nos arrastramos. Por un lado, una legión de imitadores se ha ensañado con su acento de maruja meridional para sketches sin gracia, sobre todo en las televisoras con indulgencias plenarias por su manifiesta progresía. Por otro, ninguna asociación profesional ni sindicato ha sacado la cara por la periodista interpelada con ese condescendiente y despectivo «chiqui» que hubiese hecho correr ríos de tinta (qué digo tinta. ¡De sangre!) de haber sido pronunciado por una persona de derechas, por una persona con cromosomas XY o, peor todavía, por una persona rea de ambas taras.