Educación

Cuando la diferenciada es la que destaca

El programa Estalmat desmonta el mantra socialista de que el modelo que separa por sexo también lo hace por enseñanzas

Belén Sáenz, estudiante de Albaydar, ha iniciado su segundo año en Estalmat, un programa que selecciona a futuros matemáticos y estimula el talento que llevan dentro en la Universidad
Belén Sáenz, estudiante de Albaydar, ha iniciado su segundo año en Estalmat, un programa que selecciona a futuros matemáticos y estimula el talento que llevan dentro en la Universidadlarazon

El programa Estalmat desmonta el mantra socialista de que el modelo que separa por sexo también lo hace por enseñanzas, como asegura la consejera de Educación.

Maryam Mirzakhani es un modelo para las mujeres del siglo XXI. Pero la inmensa mayoría no la conoce. No destaca en la moda, por ser empresaria de éxito o triunfar en el deporte. Tampoco en la política. Esta investigadora procedente de Irán recibió en agosto de 2014 la medalla «Fields», el considerado premio nobel de las matemáticas. Nunca antes se le había concedido a una mujer. Con su trabajo rompió la barrera geográfica y ayudó a romper el cliché que aún hoy sitúa al sexo femenino alejado de las ciencias. Algo que se agudiza en España, y más en Andalucía, cuya economía ha estado históricamente ligada al sector primario.

Proyectos como Estalmat suponen una rareza. Desconocido pese a cumplir dos décadas en funcionamiento a nivel estatal, permite extraer muchas conclusiones y derribar estereotipos. ESTímulo del TALento MATemático. De eso va. Más de 800 alumnos y alumnas de los centros educativos andaluces entran en el proceso selectivo y sólo 50 de ellos son elegidos para participar en un exigente programa. Durante dos años acuden los sábados de 10 a 13:30 horas a las facultades de matemáticas de Sevilla y Granada. Porque la comunidad queda dividida en dos, zona occidental y zona oriental, para facilitar los desplazamientos. Lo llamativo es que cuarenta de ellos son niños y sólo diez niñas. Cuánto queda por hacer...

Belén Sáenz es una de las cuatro niñas que forman el equipo de trabajo de Andalucía occidental, de los veinticinco miembros que forman el grupo. Con 13 años tuvo que pasar un examen de tres horas y diferentes entrevistas con catedráticos y profesores titulares de la Universidad de Sevilla, como el resto. Procede de colegio Albaydar, uno de los doce centros de educación diferenciada que mantienen el concierto con la Junta de Andalucía, por decisión judicial. Su comprometida madre es Gemma García, portavoz de la plataforma «Mis padres deciden». Simplemente la proporción de niños y niñas de los participantes en Estalmat le permite defender la elección del modelo educativo para su hija y anular argumentos que desde los tribunales ha tenido con combatir frente a una Administración autónoma empeñada en eliminarlo de la oferta pública.

Adelaida de la Calle, bióloga madrileña y ex rectora de la Universidad de Málaga, a sus 68 años es la actual consejera de Educación. Su arcaico concepto de la educación diferenciada se sustenta en que los centros que optan por esta opción «no sólo segregan por sexo, sino también por enseñanzas, pues su oferta educativa es distinta en función de si va dirigida a alumnos o alumnas». ¿Desconocimiento? Sí, aunque resulte llamativo por el cargo que ostenta. Pero el mantra socialista continúa.

En Andalucía quedan doce colegios de educación diferenciada concertados por la Junta de Andalucía. Se trata de una elección de los propios centros, la demanda de una parte de la sociedad que cuenta con el respaldo del Tribunal Constitucional. La experiencia de Gemma García es significativa. «Primero cambié al niño. En el centro mixto lloraba y tenía malas notas. Entró en Altair y le cambió la vida. Y sus notas pasaron a notables. Él mismo le decía a su hermana mayor que se tenía que cambiar. A partir de quinto de Primaria salió de ella las ganas de cambiarse. Quizá no hubiera destacado en el centro mixto y está encantada, con su colegio y con las matemáticas», señala Gemma. Belén incluso explica a su clase los avances por descubrimiento en Estalmat, como la Teoría de Grafos. «Es una friki de las mates», bromea la madre. «Quería estudiar medicina, pero ahora quiero hacer algo relacionado con las matemáticas», dice Belén. Su trato semanal con los restantes 20 niños de su grupo es «genial, ¿cómo si no?».