De los olivares a la laguna de Fuente de Piedra

La Gran Senda de Málaga no es una mera ruta senderista. Es una oportunidad para conocer de primera mano el alto valor medioambiental y patrimonial de la provincia, con pueblos que atesoran historia y ofrecen una interesante oferta monumental y gastronómica. La primera entrega de esta serie de reportajes sobre la Gran Senda, siguiendo sus municipios más singulares, se centra en la comarca de Antequera, caracterizada por sus extensos olivares. Precisamente, éste es el paisaje que predomina hasta la localidad de Alameda, un trayecto jalonado por cultivos de secano e inmensos cortijos. Este entorno contrasta con el espacio que se abre en el cortijo de la Sarteneja, con varias lagunas que suponen un oasis hídrico para numerosas aves. Ya en Alameda, el visitante puede admirar algunos enclaves de interés, como sus termas romanas o la tumba del bandolero José María «El Tempranillo». De su oferta gastronómica destacan el arroz con conejo, las migas o las sopaipas, opciones ideales para reponer fuerzas antes de continuar con la ruta.

Posteriormente se levanta la Sierra de la Camorra, que se rodea por su parte meridional dejando al lado encinares y pinares con buenas panorámicas de la Venga de Antequera. El nacimiento del arroyo de Santillán es un oasis de verdor. Otro enclave singular es el Castellum de Santillán, las ruinas de una villa residencial romana. Muy cerca se pueden visitar dos pueblos con mucho sabor. Uno es Mollina, muy vinculado a la cultura del vino. El mausoleo de la Capuchina, la iglesia de Nuestra Señora de la Oliva o el convento de la Ascensión son algunos de sus monumentos más destacados. El otro es Humilladero, que basa su origen en el siglo XVII en una cruz de humilladero que todavía se conserva. La iglesia del Cristo de la Misericordia, la ermita de Santiago y el paraje natural Sierra de Humilladero son otros lugares de obligada visita.

El principal hito natural de la Gran Senda por esta comarca es la laguna de Fuente de Piedra, la de mayores dimensiones de Andalucía, con 6,5 kilómetros de longitud y 2,5 de anchura. Se trata de un importante lugar de nidificación, invernada y paso migratorio de muchas aves acuáticas. Alberga la mayor colonia de flamencos de la Península Ibérica y la segunda más importante de Europa, que pueden observarse durante el periodo de nidificación (de marzo a julio) junto a muchas otras especies, como la pagaza piconegra, la gaviota reidora y la picofina, el chorlitejo patinegro, la cigüeñuela o la avoceta. Sobre un pequeño promontorio, conocido como el Cerro del Palo, se encuentra el centro de visitantes José Antonio Valverde. Debido a su privilegiado enclave, muy próximo a la laguna, permite contemplar tanto desde el interior del edificio como desde los senderos y miradores habilitados en sus inmediaciones espléndidas panorámicas de su lámina de agua, así como de las especies que la frecuentan.

Aunque el principal atractivo de Fuente de Piedra es su laguna, el municipio cuenta con varios lugares de interés. Por sus calles rectas podemos encontrar casas a dos alturas con puertas adinteladas y balcones de hierro forjado. Destacan especialmente el palacio neoclásico del siglo XIX de la Marquesa de Fuente de Piedra, la residencia veraniega de los Condes del Castillejo del Tajo y la parroquia del Duque de Mandos.