Sociedad

El riesgo de incendios aumenta

El Plan Infoca cuenta con 4.700 efectivos y un presupuesto de 244 millones de euros. Pese a las altas temperaturas, que se repetirán este verano, el año pasado la superficie calcinada fue la menor desde 2013

El incendio forestal declarado este miércoles en Pujerra (Málaga), en la zona de Sierra Bermeja
El incendio forestal declarado en Pujerra (Málaga), en la zona de Sierra BermejaÁlvaro CabreraAgencia EFE

Las intensas precipitaciones registradas en el pasado mes de marzo acabaron oficialmente con la situación de sequía, aunque no con la preocupación por la escasez de lluvias que padece Andalucía –y todo apunta que seguirá sufriendo en los próximos años–. El agua, además de para flexibilizar las restricciones, ha provocado que la vegetación aumente y que, unido a las previsiones de calor intenso otro verano más, ocasione que el riesgo de incendios, según los expertos, sea más elevado porque aunque la humedad acumulada es mayor sigue habiendo zonas muy secas.

Esta situación no es nueva porque el aumento generalizado de las temperaturas, debido al cambio climático, lleva años comprobándose. El Informe de Medio Ambiente en Andalucía de 2023 señalaba que la temperatura media en 2022 fue de 17,5 grados. Mientras, la temperatura media del periodo 1991-2020 fue de 16,2 grados.

Dicho informe apunta que «el valor de 2022 se sitúa por encima del valor máximo de la serie 1991-2020 por lo que se califica de extremadamente cálido».

«En cuanto a la evolución mensual de las temperaturas, cuatro de los doce meses del año han alcanzado temperaturas muy extremas, bien por ser muy frías, como en el caso del mes de marzo, o por ser extremadamente cálidas, como ha ocurrido en el mes de julio y en el último trimestre del año», apunta dicho informe.

Esta tendencia se mantuvo en 2023. Según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el verano de 2023 fue el tercero más cálido en España desde que hay registros y solo fue superado por el mencionado 2022 y por 2003. De hecho, el año pasado, se superaron los 45,0 °C en algunos puntos de la provincia de Valencia y de Andalucía los días 10 y 11 de agosto.

Para este año, el Plan Infoca, el Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Andalucía, contará con más medios que nunca, según los datos que ofreció ayer el presidente de la Junta Juanma Moreno. En concreto, contará con 4.700 efectivos y un presupuesto de 244 millones de euros, «20 millones más que el año anterior» lo que supone «un 11% incremento», de los cuales unos 135 millones están dedicados exclusivamente a la prevención y algo más de 108 millones a la extinción.

En cuanto a los recursos para afrontar esta campaña, ha concretado que entre los medios disponibles se encuentran 101 vehículos autobomba, 16 nodrizas y doce palas quitanieves para su acoplamiento. Además, ha apuntado que a ello se suma un vehículo táctico con un dron terrestre, un depósito de agua móvil de 3.000 litros y una novedad como es que los Puestos de Mando Avanzados que se levantan en incendios de relevancia contarán con tres contenedores o módulos específicos, dos de ellos tipo oficina para ocho personas cada uno y un tercero para el descanso del personal.

En lo que respecta a los medios aéreos, el Plan cuenta con 34 aeronaves, de los que 24 son helicópteros –a lo que se añade también el que emplaza Enresa en El Cabril– y diez son aviones, a lo que se une el nuevo Sistema Integral para la Gestión y Dirección de Incendios Forestales que es una plataforma tecnológica de apoyo a la gestión de grandes incendios.

En cualquier caso, las labores de prevención y concienciación son claves para evitar el aumento de los incendios. De hecho, el año pasado, con temperaturas también muy altas, se realizaron 61 actuaciones menos (40 incendios menos) que el pasado año y la cifra de la superficie calcinada fue de 1.824 hectáreas, es decir, la menor desde el año 2013 (1.528 has).

El año pasado hubo que activar hasta en cuatro ocasiones el Nivel 1 de incendios en Andalucía: Tarifa, Algeciras y Puerto Real, en la provincia de Cádiz; y Bonares, en Huelva. Este tipo de incendios son aquellos en los que, pese a que pueden ser controlados con los medios de extinción previstos en el Plan, se prevé, por su posible evolución, la necesidad de la puesta en práctica de medidas para la protección de las personas y de los bienes de naturaleza no forestal y suelen conllevar desalojos preventivos de la población. El nivel 2 implica la suma de efectivos estatales a las labores de extinción y el nivel 3 implica que está en juego el interés nacional.