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El Ayuntamiento de Sevilla encargó a Fitonovo parques infantiles sin estar cualificada

El que fuera apoderado de Fitonovo y admnistrador de Fiverde, Ángel Manuel Macedo, se cubre el rostro el pasado jueves en los juzgados
El que fuera apoderado de Fitonovo y admnistrador de Fiverde, Ángel Manuel Macedo, se cubre el rostro el pasado jueves en los juzgadoslarazon

Más de 130.000 euros en once contratos para la instalación de parques infantiles en la ciudad de Sevilla entre marzo de 2006 y noviembre de 2007, que se suman a los incluidos en los encargos globales realizados para el Distrito Macarena por valor de 1,23 millones en dos años. La empresa Fitonovo era la preferida por la Delegación de Parques y Jardines para renovar las instalaciones para niños en una fecha en la que al frente de Vía Pública se encontraba Domingo Enrique Castaño, el único de los implicados en la «Operación Madeja» – pieza separada del «caso Mercasevilla»– que ha ingresado en prisión.

En la mayor parte de los contratos, se incluía el diseño, suministro e instalación, algo para lo que Fitonovo no estaba autorizada. Así lo reconoció en febrero de 2010 a LA RAZÓN de Andalucía el entonces apoderado de la sociedad mercantil, y también ex administrador de Fiverde, ahora implicado en la causa investigada por la juez Mercedes Alaya. Ángel Macedo, quien se presentó como «asistente de Rafael González Palomo» –propietario de las dos empresas y también imputado en la misma causa– admitió que no disponían del «permiso para realizar el suministro de juegos infantiles» cuando se produjeron las adjudicaciones.

En una conversación telefónica, Macedo aseguró que a partir de 2008 ya contaba con «el sello de calidad de mantenimiento de parques infantiles» a través de la empresa certificadora Aenor. Precisamente en junio de ese año, el Ayuntamiento le encomendó un jugoso contrato de 1,76 millones para la «conservación y mantenimiento» de todas las instalaciones para niños de la ciudad durante dos años.

Fitonovo tampoco tenía incluidas dentro de sus actividades la realización de este tipo de trabajos. De hecho, es en abril de 2009 cuando su objeto social recoge «la venta, suministro, instalación y mantenimiento de mobiliario y equipamiento urbano, elementos deportivos, juegos infantiles y de mayores, señalización, balizamiento, elementos de madera, material de riego, plantas, árboles y arbustos».

Hasta entonces, era una empresa de semillas y fitosanitarios, que había ampliado sus miras a labores de mantenimiento en zonas verdes y carreteras, además de obras en diversos sectores industriales.

Fitonovo comenzó sus operaciones el 4 de julio de 1990, según consta en el Registro Mercantil, como una empresa de «venta y producción de productos fitosanitarios y semillas». En 1996 –con el matrimonio González Palomo-Baró Álvarez ya como únicos accionistas– y en 1999 modificó sus estatutos para ampliar su objeto social, que abarcaría además «la conservación integral de vegetación» en todo tipo de áreas y redes viarias, así como «el movimiento de tierras, realización de obras en sectores ferrocarriles, hidráulico, instalaciones eléctricas, ornamentaciones y decoraciones viales y pistas». Nada sobre la actividad para la que el Ayuntamiento de Sevilla había venido contratando a la empresa.

El administrador de la sociedad, Rafael González Palomo, destapó ante la juez Alaya el pasado jueves que él mismo entregó un sobre con 30.000 euros al ex director de área de Vía Pública del Ayuntamiento hispalense y ex asesor del Grupo Socialista Domingo Enrique Castaño. Un dinero que, según declaró González Palomo, le «dijeron que era para el PSOE». Su testimonio, así como las pruebas recabadas en una pieza que aún se encuentra bajo secreto sumarial, es lo que llevó a la titular del juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla a encarcelar a Castaño, imponiéndole una fianza de responsabilidad civil de 7,6 millones.