Partidos Políticos

El PP-A ante las primarias: seis años de disputas internas

Arenas dejó la presidencia en julio de 2012. En julio de este año, el PP elegirá nuevo líder nacional y debe acabar con la división entre los partidarios de Santamaría y Cospedal

Soraya Sáenz de Santamaría hizo ayer campaña en Málaga
Soraya Sáenz de Santamaría hizo ayer campaña en Málagalarazon

A medida que pasan los días se visualiza de manera más evidente la posición que toman los dirigentes del PP andaluz con respecto a los candidatos a presidir el partido. No hay sorpresas porque las dos principales candidatas, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, han sido el principal motivo de la fractura existente dentro de la formación y de la división que se mostró en los últimos congresos provinciales. Los mismos que se han sentido respaldados por el paraguas de la vicepresidenta del Gobierno en estos últimos años apoyarán su candidatura y aquellos que tomaron partido por la secretaria general harán campaña por Cospedal. La guerra larvada por el poder en el PP andaluz tras la marcha de Javier Arenas en 2012 se resolverá –o debe hacerlo– seis años después, en julio de este año, cuando el partido elija a la persona que sucederá a Mariano Rajoy al frente del partido y que tenga que revitalizar y unir al centro derecha español en un nuevo contexto político.

En julio de 2012, Arenas, tras ganar las elecciones andaluzas y no poder gobernar, dejó paso de manera transitoria al frente del PP andaluz a Juan Ignacio Zoido, entonces alcalde de Sevilla. La interinidad de Zoido se prolongó hasta marzo de 2014, casi dos años en los que el PP andaluz observó impasible cómo Susana Díaz llegó a la presidencia de la Junta en 2013, revitalizó al PSOE andaluz y le dio tiempo a proyectarse como líder nacional –con el fallido desenlace ya conocido– y ganar las elecciones de 2015. En esos años, los populares se limitaron a lamerse las heridas por no haber podido gobernar en Andalucía tras la mayoría absoluta de Rajoy en 2011 y en buscar al sustituto de Zoido. Ahí se vivió una guerra –otra más– entre Sáenz de Santamaría y Cospedal que ganó la primera y en marzo de 2013, vía AVE desde Madrid, Juanma Moreno se convirtió en el presidente del PP andaluz. Durante estos años, la división ha estado presente y el desgaste del PP nacional tampoco ha ayudado. Ahora, cinco años después de la llegada de Moreno a Andalucía, las posiciones son las mismas: la dirección regional y las direcciones provinciales afines a ésta apoyan a Soraya Sáenz de Santamaría; Zoido, y aquellos alineados con éste, se decantan por Dolores de Cospedal. Si las direcciones provinciales tienen capacidad de influir en el proceso, la ex vicepresidenta del Gobierno cuenta con más apoyos en Cádiz, Huelva, Málaga, Granada y, debería tenerlo, en Almería. En Sevilla y Jaén la división es más acuciada y en Córdoba debería inclinarse la balanza en favor de la ex ministra de Defensa. La novedad del proceso hace que nadie esté convencido del triunfo y tema un «varapalo». Por eso, la figura de Alberto Núñez Feijóo era la opción menos traumática. En el PP andaluz aseguran que conocieron la decisión de no presentarse del presidente de la Xunta de Galicia antes de que la anunciara y que una vez visto el escenario, hay que mantener una postura oficial de neutralidad. Eso no quita para que figuras relevantes como el presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo, hayan manifestado públicamente su apoyo a Soraya Sáenz de Santamaría. Bendodo, no conviene olvidarlo, es el portavoz del PP andaluz y ha sido nombrado recientemente coordinador de campaña para las elecciones autonómicas de 2019 –o cuando toquen–. De ahí que insista en un mensaje: Soraya es el mejor cartel electoral del PP. Y según el calendario, las primeras elecciones que se celebren serán las autonómicas andaluzas. ¿Con quién le interesa a Juanma Moreno hacer campaña?