El simulador de la Junta esconde un impuesto de donaciones que llega al 36%

La Junta está perdiendo la batalla mediática en torno al impuesto de sucesiones y donaciones, que en Andalucía sigue siendo de los más altos de España, pese a que a partir del uno de enero se comenzara a aplicar la reforma pactada entre PSOE y Ciudadanos. Una de las medidas de reacción ha sido poner en marcha un simulador del impuesto de sucesiones con el pretendido objetivo de desmontar los «mitos» en torno a este tributo. Sin embargo, la medida está hecha muy a la medida del Ejecutivo andaluz.

En primer lugar, y lo más importante, porque el simulador sólo permite calcular el resultado sobre operaciones de sucesiones, pero no de donaciones. Y el matiz no es menor. La reforma introducida por PSOE y Ciudadanos eleva el mínimo exento para el pago de Sucesiones en 250.000 euros. Pero esto no afecta en modo alguno al impuesto de donaciones.

El impuesto de donaciones o «inter vivos» –el de sucesiones se aplica en herencias por falleciento– tiene una tarifa aplicable progresiva que oscila entre el 7,65 y el 36,50 por ciento. En este sentido, para una base liquidable de 79.880 euros se aplicaría por ejemplo un 16,15 por ciento, mientras que una de 119.757 euros pagaría un 18,70 por ciento. Para 797.555 euros, el porcentaje es del 36,5 por ciento.

Lo que reclama el Partido Popular es una reforma paulatina hasta llegar a una bonificación del 99 por ciento tanto del impuesto de sucesiones como del de donaciones. Se trata de una larga reclamación del Partido Popular. Fue, de hecho, una de las promesas económicas más repetidas por el ex presidente regional del partido, Javier Arenas. Sin embargo, nunca hasta ahora ha calado a pie de calle la repercusión que tiene este tributo. La Junta se defiende asegurando que en 2016 sólo pagaron un 7,5 por ciento de las liquidaciones del impuesto de sucesiones. Pero obvia igulamente la mitad de esta figura impositiva: el impuesto de donaciones.