«En mi vida han pasado cosas bonitas y cosas dolorosas»

Fernández, aquejado por la disfonía, indicó que despachaba los asuntos del IFA «un día en cuatro horas»

«La disfonía discapacitante» que ha retrasado semanas la declaración se dejó notar en el particular «vía crucis» del ex consejero, sorbo a sorbo de agua, para que salieran las palabras, en la Audiencia. Poca cosa, comparado con la «penitencia» de Fernández, el alto cargo de mayor rango de la Junta que ha pasado por prisión por el «caso ERE», más de tres meses en 2012, de la noche del «pescaíto» de Feria al 11 de agosto, previo pago de 450.000 euros de fianza. Fernández testificó como si de entonces a esta parte hubiera pasado a otra vida. Políticamente, así ha sido, vista la relación entre los encausados en la bancada. «Santana mientras yo he estado vivo ha sido un tema prioritario», llegó a contestar al Ministerio Público el consejero que estuvo incluido en el ERE de las Bodegas González Byass de Jerez, en la que llevaba dos décadas de excedencia, con la fecha de su nacimiento como la de ingreso en la empresa y a la que oficialmente renunció voluntariamente. El consejero «walking dead». «Son demasiados años y en mi vida han pasado cosas muy bonitas y cosas dolorosas», manifestó en otro pasaje en sus respuestas.

«Ya me fallan las fuerzas», dijo poco antes del final de la primera jornada, que transcurría con el Cautivo del Polígono San Pablo en las calles y el ex alto cargo encarcelado de la Junta testificando. Todo ello con el ex consejero Vallejo totalmente recto en el asiento de la sala del juicio, tras la llamada de atención a los encausados por parte del presidente del tribunal Juan Antonio Calle Peña para pedir «compostura» ante un «acto solemne. En la Semana Santa se vieron cirios menos rectos.

Antonio Fernández reconoció que «ahora casi me he hecho un erudito» en temas de ayudas y subvenciones. Al ser preguntado por el fiscal por uno de los reparos, Antonio Fernández señaló que «muchas afirmaciones son fruto del estudio y de intentar remontar en mi vida el año 2000». Dijo Orwell en una famosa cita que la primera corrupción es lingüística. Fernández al ser cuestionado por los consejos del IFA y de qué trataban, indicó que eran «un de todo»: asentían, preguntaban y en otras cuestiones se discutía. Al IFA solía ir un día a la semana, los martes, y en cuatro horas resolvía los asuntos. «Me traían los paquetones de firmas» y como estaba «visado», firmaba. En un momento dado, el fiscal llegó a preguntar por «el porrón de dinero que aparece aquí». «Ustedes ya saben que aquí siempre vamos tarde», dijo también el ex consejero para explicar el inicio tardío de la crisis. Antonio Fernández con su lapsus sobre «cuando estaba vivo» remitió a Ambrose Bierce: «La muerte no es el final. Queda el litigio sobre la propiedad». En su caso, la causa de los ERE.