Extremadura

Entre reclamaciones y cuitas pendientes

Díaz afronta un nuevo escenario con Sánchez tras hacerle el vacío y después de años de confrontación con Rajoy

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afrontan un «nuevo tiempo», según expuso la baronesa andaluza en su felicitación vía Twitter, tras la tensión que ha marcado la trayectoria de ambos en el PSOE y después de años de confrontación de la Administración regional y central (Foto: Manuel Olmedo)
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afrontan un «nuevo tiempo», según expuso la baronesa andaluza en su felicitación vía Twitter, tras la tensión que ha marcado la trayectoria de ambos en el PSOE y después de años de confrontación de la Administración regional y central (Foto: Manuel Olmedo)larazon

Díaz afronta un nuevo escenario con Sánchez tras hacerle el vacío y después de años de confrontación con Rajoy

«Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche», como en el cuento de las «Ficciones» de Borges, publicado también dentro de «El jardín de los senderos que se bifurcan», bajo el título «Las ruinas circulares», en un compendio de nombres que remiten a la relación entre Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y Susana Díaz, presidenta de la Junta, «enemigos íntimos» tras el asalto a la secretaría general del PSOE. La estrategia de la baronesa, más aún desde su fracaso orgánico, se basa en la confrontación. El cambio en el poder supone también un nuevo escenario de cara a las reclamaciones por parte de la Junta al Gobierno y las «cuitas pendientes» entre Ferraz y San Vicente. Hasta ahora, el reparto de papeles estaba definido: la Junta denunciaba el agravio con Andalucía y el Gobierno de Rajoy lamentaba la «confrontación constante» con Madrid. Hacia el líder orgánico, «indiferencia» y «un cordón sanitario» ante sus «ocurrencias». Díaz ya no podrá reprochar a Juanma Moreno la coletilla de «pídaselo a Rajoy». Empieza una nueva partida.

El modelo de financiación

Para la Junta supone una cuestión «urgente», ya que el actual reparto «hace perder a Andalucía 1.000 millones al año». La Administración andaluza reclama la convocatoria de la Conferencia de Presidentes Autonómicos y del Consejo de Política Fiscal y Financiera. El modelo actual, aprobado bajo el mandato de Rodríguez Zapatero, supone, según la Junta, un agravio de unos 8.000 millones para la región, en los que se incluyen más de 2.500 millones de infraestructuras pendientes y unos 5.000 de «infrafinanciación». «La segunda deuda histórica» adquiere otro cariz.

Conflictos en el Constitucional

El Ejecutivo andaluz mantiene cerca de una veintena de recursos en el Tribunal Constitucional contra leyes de Rajoy, entre ellos, a los decretos de los ajustes en Educación, Sanidad, estabilidad presupuestaria o las tasas judiciales. También tachó de inconstitucionales la Lomce, la Ley de Costas o la reforma local. El Gobierno central recurrió la subasta de medicamentos (y perdió), las oposiciones de Secundaria con una tasa de reposición del 10% o la ley antidesahucios, del mandato con IU. Las 35 horas de los funcionarios, la regla de gasto, la tasa de reposición, las entregas a cuenta, las reclamaciones de los interinos, la salida a los mercados para financiarse o incluso un acuerdo sobre la PAC pueden tomar otro cauce con el Gobierno sanchista.

Infraestructuras

La línea estratégica Algeciras-Bobadilla, la conexión ferroviaria de Granada o más líneas de metro para Sevilla son algunos de los temas que en una reciente reunión estudiaron, sin éxito, el ministro de Fomento saliente, De la Serna, y el consejero Felipe López. También se exige que se levante el peaje de Cádiz. Los socialistas andaluces solicitarán que las demandas de inversión se reflejen en los presupuestos heredados de Rajoy.

Plan de Empleo

En consonancia con los desarrollados en otras regiones duramente lastradas por el paro, como Extremadura o Canarias

La Dependencia

Díaz acusó a Rajoy continuamente de tener que financiar «a pulmón» la Dependencia, corriendo con el 80% del gasto.

La igualdad entre regiones

Susana Díaz se ha presentado como garante de la igualdad de todas las regiones de España. El pacto de Sánchez con los partidos nacionalistas puede suponer un punto de tensión. «Los votos de los andaluces no van a servir para romper España», ha repetido en múltiples actos la presidenta.

El nuevo Gobierno

La andaluza es la federación socialista más importante de España. Pedro Sánchez, hasta ahora, se ha mantenido ajeno a las cuotas regionales en su estructura. No obstante, entre las personas de más confianza cuenta a varios andaluces: la ex ministra Carmen Calvo, el ex concejal en Sevilla Alfonso Rodríguez Gómez de Celis o el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano. Todos en las Antípodas de Díaz. El puesto de delegado del Gobierno puede servir para el juego de equilibrios. «El primer método para medir la inteligencia de un gobernante es mirar a los hombres que tiene alrededor», sostenía Maquiavelo.

«No me hagas elegir entre Andalucía y el PSOE». El mensaje de Díaz en el cónclave andaluz de 2017, cuando se le volvió a hacer el vacío al secretario general socialista, cobra una nueva dimensión tras el último milagro de Pedro Sánchez, «el dos veces renacido», diplomado en «la estrategia del suicidio», según la expresión de uno de sus fieles y en referencia a Bobby Fischer. «Un hombre dispuesto a suicidarse tiene la iniciativa», le definió su rival Boris Spassky en plena Guerra Fría. En términos ajedrecísticos, Susana Díaz queda en la «obligación de mover» (zugzwanz, en alemán), esto es, forzada a que cualquier respuesta empeore la situación y acabe en jaque mate tras el cumplimiento tardío de la profecía de Sánchez en la campaña autonómica: «Tú a San Telmo; yo, a La Moncloa». Existe el antecedente de Chaves con Zapatero tras los «años de plomo» con Aznar. La oposición aguarda movimientos.