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Sevilla

Falcones desmonta a los animalistas y defiende los valores del toro bravo

El escritor y abogado catalán asegura en el pregón taurino de Sevilla que este animal «está destinado a luchar o a ser sacrificado»

Antonio Ramírez de Arellano, Santiago León, Ildefonso Falcones, Juan Espadas, María Dolores de Cospedal, Antonio Sanz y Juan Carlos Cabrera, entre otras autoridades, ayer en el pregón taurino de Sevilla
Antonio Ramírez de Arellano, Santiago León, Ildefonso Falcones, Juan Espadas, María Dolores de Cospedal, Antonio Sanz y Juan Carlos Cabrera, entre otras autoridades, ayer en el pregón taurino de Sevillalarazon

El Domingo de Resurrección no sólo es una fiesta capital de la Iglesia católica. En Sevilla, cuando todavía procesiona este misterio y las calles están alfombradas de cera, arranca la temporada taurina y el ambiente ya huele a albero, sobre todo en las cercanías del coso maestrante. Antes de que Antonio Ferrera, José María Manzanares y Andrés Roca Rey comenzaran a lidiar los toros de Victoriano del Río, en el teatro Lope de Vega el escritor y abogado catalán Ildefonso Falcones puso en suerte al público con una encendida defensa del toro bravo. Porque el autor de la exitosa novela «La catedral del mar» aseguró, en la XXXVI edición del pregón taurino, que este animal «está destinado a luchar o a ser sacrificado, nadie va a alimentarlo sin la contrapartida de un rendimiento», además de desmontar con sólidos argumentos los planteamientos de los animalistas.

Se estrenaba en este acto Santiago León como teniente de hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería. Asistieron, entre otros, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal; el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz; el consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano; y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas. Falcones, que ha revalidado el éxito de su primera novela con «La mano de Fátima» y «Los herederos de la tierra», se une así a una larga lista de pregoneros integrada por destacadas figuras de la literatura, la comunicación e incluso la política. De hecho, se han subido al atril del Lope de Vega en anteriores ediciones Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Albert Boadella, Carlos Herrera, Andrés Amorós, Arturo Pérez Reverte o Esperanza Aguirre.

La banda municipal dispuso el ánimo con el pasodoble «Nerva», al que siguió «Dávila Miura», de Abel Moreno. El compositor onubense estaba presente en el patio de butacas y felicitó al director de la formación. El presentador, el periodista Francisco Robles, se sirvió de Juan Belmonte para señalar que «se torea como se es». Sobre el pregonero, destacó que «es un aficionado leal a la fiesta» y que «la defiende allí donde tiene más mérito esa labor».

Precisamente, Falcones recordó que se inició en la afición taurina «de la mano del conserje del edificio en el que vivíamos» y que acudía a las dos plazas de Barcelona, la Monumental y las Arenas. Un relato emocional que le llevó a citar a su madre. «Era taurina; yo iba con el conserje, ella iba con sus amigas, hasta que crecí y la invité a hacerlo conmigo». Lamentó que su afición la vive ahora lejos de Cataluña, «fuera de un país que, por más empeño que pongan algunos, ya celebraba festejos taurinos en el siglo XIV».

Sobre los animalistas, aseguró que «no sólo encarnan el bien común, esa idea indiscutible, sino que se imputan la representación de la mayoría social promoviendo la tensión pública». «El estatus de los animales siempre ha sido el de estar bajo el absoluto dominio del hombre», remarcó.