Caso ERE
La Cámara de Cuentas admite el «potencial riesgo de menoscabo»
El auditor Carlos Vaz atenuó la responsabilidad de IFA/IDEA, matizando su propio informe y apunta «al órgano gestor: la Dirección General de Trabajo»
El auditor Carlos Vaz atenuó la responsabilidad de IFA/IDEA, matizando su propio informe y apunta «al órgano gestor: la Dirección General de Trabajo»
La declaración del auditor de la Cámara de Cuentas Carlos Vaz fue un continuo intento de matizar sus informes –«El reposo me ha hecho verlo de otra manera», dijo– hasta que reconoció ante el fiscal que cuando en el 2012 revisaron las ayudas sociolaborales y a empresas en crisis dadas por la Junta entre el 2001 y el 2011 apreciaron «una situación potencialmente dañosa», esto es, «un potencial riesgo de menoscabo».
Vaz señaló que aunque la administración pudo transferir la gestión íntegra de las ayudas a IFA/IDEA, lo que hubiera permitido un control contable, «no se hizo por motivos de agilidad, según algunos documentos». Vaz señaló también que «encontramos una documentación muy deficiente». El auditor, en todo momento, trató de atenuar la responsabilidad de la agencia de la Junta: «Pedir a IFA que solucione un problema como entidad colaboradora cuando no hay una consciencia de entidad colaboradora es llevarlo a un extremo desproporcionado», señaló sobre sus propias conclusiones del borrador del informe. «Es una entidad instrumental y está obligada a seguir los criterios de su matriz», señaló y justificando el cambio de parecer en que «este informe fue muy complejo, eran 10 años de gestión, con una documentación compleja, por el desorden, el descontrol, y la dificultad para conciliar las cantidades, con particularidades, comunicaciones con los seguros par cambiar pagos de una entidad a otras... era un informe muy complicado». «Es más adecuado el informe final», indicó, que concluía que era «un problema que no corresponde a IFA». No obstante, preguntado por las declaraciones de su superior, Nuria Mendoza, que señalaban que la entidad se financió inadecuadamente, admitió que «si ella dice que se financió inadecuadamente, es así». El auditor apuntó al «órgano gestor», que era «la Dirección General de Trabajo». «Parece absurdo enmendarle la propuesta al órgano que gestiona», justificó.
Por su parte, el ex interventor delegado de la Consejería de Empleo Joaquín Alegre admitió que Empleo «es un puerto muy difícil», aunque negó la literalidad de «una plaza difícil de torear» que se le atribuye en la Instrucción. Alegre reconoció «la visita del secretario general técnico», algo que «no era muy usual» pero lo recibió «de buena gana porque fue muy amable».
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