La presión del PSOE a Alaya se parece «a Chicago en los años 20»

El coordinador de Economía y Empleo del PP-A, Rafael Carmona, aseguró ayer que la «realidad» le ha dado la «razón» a los populares un año después de que se llevara a cabo en el Parlamento la comisión de investigación de los ERE. Hay que recordar que el PP-A señaló en sus conclusiones la responsabilidad de los ex presidentes Chaves y Griñán y de la ex consejera Carmen Martínez Aguayo. A los tres les ha dado traslado del caso la juez Alaya «en calidad de imputados». IU, sin embargo, pese a mostrarse muy beligerante durante la toma de declaraciones en la comisión, evitó a toda costa señalar la responsabilidad de los ex presidentes andaluces. Fue la causa principal de que la comisión se cerrara sin conclusiones.

A pesar de que los populares apuntaban a la existencia de responsabilidades políticas, «había que dinamitar aquella comisión de investigación porque no interesaba», remarcó Carmona. De IU señaló que «entregó su dignidad a cambio de tres sillones en el Gobierno, manteniendo que las responsabilidades sólo estaban en la Consejería de Empleo».

Carmona comparó, asimismo, las «presiones» vividas por el PP en la comisión con las que actualmente sufre la juez Mercedes Alaya. Hizo hincapié en las «barbaridades» proferidas el viernes por el vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, «con maneras que no merecen estar en la política y que, más que a la democracia, recuerdan a Chicago en los años 20». «Tiene muy mala educación, ya está bien de que manche con sus palabras tan digna dedicación», abundó.

Jiménez denunció la «contaminación política» de la instrucción que hace la titular del juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla. Asimismo, dijo que la instrucción carece de «rigor» y la juez «no garantiza la tutela judicial efectiva» de los imputados, en referencia al choque que tuvo con la juez la defensa del ex viceconsejero de Presidencia Antonio Lozano. El dirigente popular demandó que PSOE y Junta «dejen trabajar» a la magistrada.