España
«Los planes de pensiones no son trucos de ricos»
La Fundación AXA lleva nueve años patrocinando el Premio Fernando Lara de Novela, ¿qué supone respaldar este galardón literario?
–Para nosotros es una muestra más de nuestra acción a medio y largo plazo. Cuando nos comprometemos con algo lo hacemos siempre y de forma prolongada. La Fundación AXA tiene como eje principal la educación en la prevención, pero también el desarrollo de la cultura y del arte. En este sentido, colaborar con la Fundación José Manuel Lara es una manera de fomentar el talento y la creatividad.
–Vincular el nombre de la aseguradora y su fundación con la literatura y la cultura. ¿También reporta beneficios?
–No es solamente un objetivo mercantil. Lo que buscamos es aportar aspectos menos conocidos del papel de una aseguradora. Tenemos una función social muy importante, que es la de acompañar a nuestros clientes a lo largo de su vida. Apostar por la cultura también es parte de nuestro compromiso. Añadimos valor y contenido. Muchas veces nuestra labor social no es suficientemente conocida. Nos implicamos en temas de salud, en la financiación de la jubilación y en la recuperación de las personas.
–El año pasado creció un 13 por ciento el resultado operativo de AXA. ¿Cuáles son las claves de este balance positivo?
–Tenemos un plan estratégico que definimos hace tres años. Ahí marcamos nuestros campos de batalla. Desarrollamos nuestro negocio en varios ramos, como productos de automóvil y hogar, y también señalamos nuestras líneas estratégicas, como la salud, vida-ahorro, vida-riesgo y el segmento de las pymes y las empresas. Estos buenos resultados se han conseguido, en parte, gracias a este plan.
–Sin embargo, no todas las aseguradoras han obtenido buenos resultados. ¿Cuáles son los desafíos del mercado asegurador español en un contexto de recuperación económica?
–Nos enfrentamos a un mundo sometido a cambios permanentes. Tenemos que innovar en nuestra oferta de valor y en la respuesta a nuestros clientes. Tenemos que ofrecer productos y servicios que satisfagan las necesidades del cliente. El primer reto es el de la adaptación. El segundo está relacionado con la transformación. Las nuevas tecnologías y el «big data» ya tienen un impacto sobre la manera de hacer nuestro trabajo. Los clientes viven en el mundo de la inmediatez, así que debemos transformarnos para seguir a su servicio.
–El debate sobre las pensiones está más candente que nunca a raíz de las protestas que se vienen sucediendo. ¿Entiende el descontento generalizado?
–Para mí la jubilación, y su financiación, es un asunto de sociedad. No es un tema político porque su solución va más allá de una legislatura. Se habla de una generación. Es un ámbito que está vinculado a la capacidad de ahorro, de preparar el futuro, y también a la cultura del ahorro. España es un país magnífico para gastar, pero también hay que ahorrar cuando es posible. En el Pacto de Toledo se habla de tres pilares. Uno de ellos es el sistema de reparto, que debe basarse en la justicia social. Las aseguradoras somos un complemento gracias a los otros dos pilares: los planes de pensiones de las empresas y los individuales. Los planes de pensiones no son trucos de ricos.
–En un momento en el que muchas familias todavía afrontan dificultades en su vida diaria. ¿Recomienda la puesta en marcha de un plan de pensiones?
–Claramente, y además no se necesita un ahorro muy significativo. Lo importante es empezar paso a paso a construir la renta futura. En España se ahorra menos que en otros países. La cultura española se basa en disfrutar más a corto plazo de los placeres que puedes financiarte. Es bueno ahorrar para la vivienda, pero el resto no se puede dejar en depósitos a corto plazo que no tienen ningún retorno. Hay que cambiar poco a poco esta mentalidad. Hay que pensar más en el medio y largo plazo.
–El cuidado del medio ambiente es un pilar importante de la estrategia de responsabilidad corporativa de AXA. De hecho, el 75 por ciento de la electricidad que consume la empresa procede de fuentes renovables. ¿Las empresas, y no sólo los gobiernos, deben poner de su parte?
–Soy un defensor de la libertad empresarial, pero la consecuencia de eso es que las empresas deben liderar ciertas causas con ejemplaridad y no esperar a una ley. España es un país que está utilizando el viento, el agua y el sol como fuentes de energía. Nosotros lo hemos hecho porque es nuestra contribución a esta ejemplaridad y porque es rentable. Es un grano de arena a todo el desafío medioambiental que tenemos. Es muy importante el estado del planeta que le vamos a dejar a nuestros hijos y nietos. Cuando hablamos del cambio climático no nos referimos al futuro, ya que sus consecuencias están aquí.
–La campaña «Ponle freno» está ayudando a reducir el número de accidentes en carretera. ¿Se puede hacer más en materia de concienciación?
–Tenemos el reto de cero víctimas en 2020. Es un sueño. Desgraciadamente habrá víctimas ese año, pero hay que seguir adelante. Tenemos una ambición muy alta, quizás no razonable. Hay que ser prudentes, conducir a una velocidad adecuada y no consumir drogas ni beber al volante. Esto parece de sentido común, pero no lo hacemos. No estoy aquí para dar lecciones a los demás, pero creo que esta campaña es absolutamente imprescindible.
–«Constantes y vitales» es una iniciativa que apoya la investigación y la prevención médica. ¿Este ámbito, el de la investigación, cuenta con los recursos suficientes en España para que podamos ver resultados inmediatos?
–La creación de la Agencia Estatal de Investigación fue un paso muy importante. Hay que permitir que el talento español se desarrolle en España y también permitir que regrese del extranjero. La iniciativa de los desfibriladores es una de mis preferidas. Ya los hay en hoteles, empresas y lugares públicos. Se pueden salvar vidas de una manera muy práctica, y con un coste que no es elevado.
–El pasado 8 de marzo hubo una movilización feminista sin precedentes en el mundo. El 58,8 por ciento de la plantilla de AXA la componen mujeres. ¿Apoya las reivindicaciones que se plantearon?
–En AXA las respaldamos con actos y decisiones. Cuando nombramos a una mujer para un puesto de alta dirección no lo hacemos siguiendo una política de cuotas. Tenemos cantera.
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