Manifiesta opacidad pública

Los dos socios del bipartito están colgando los mejores adjetivos al letrero de la transparencia y a la ley que saldrá del horno antes del verano. La Junta ha organizado unas jornadas multitudinarias para hablar de transparencia, IU pide transparencia en las sesiones de control al Ejecutivo y Griñán presume de las cotas de transparencia de la Junta. Todo esto corresponde al discurso oficial, al género que se vende desde el atril. La realidad es otra. Este periódico da cuenta hoy de la poca transparencia de la Junta con un contrato de 47 millones de euros para el alquiler de vehículos de Egmasa. Es doble la opacidad. Por un lado, tarda cinco años en publicar la adjudicación del contrato, cuando la ley le obliga a hacerlo en plazo de 48 días. Además, la Consejería de Agricultura no da ninguna explicación del llamativo retraso ni ofrece datos concretos del contrato. Griñán ha prometido que Andalucía tendrá la ley más avanzada de España en transparencia. Lo prometió en la coda final de su declaración en la comisión de investigación de los ERE. Si este propósito es sincero, no pueden seguir ocurriendo hechos como los que desvela hoy este periódico. Ni se puede levantar un muro de piedra ante la información que reclaman los medios de comunicación. Si no hay voluntad de transparencia, la Junta puede ahorrarse la ley en la que está trabajando y las rondas de contactos en el Pacto por Andalucía. Será una pérdida más de tiempo en asuntos estériles. A menos que la Junta dé muestras de lo contrario, seguiremos afirmando que la administración andaluza es claramente opaca.