Sevilla
Menor con ceguera total, sin comedor por falta de monitor
Educación le concedió la plaza, como a otro alumno autista, pero el servicio no incluye la atención especializada que requieren
Educación le concedió la plaza, como a otro alumno autista, pero el servicio no incluye la atención especializada que requieren
Ayer, coincidiendo con el «Día Universal del Niño», en Sevilla dos familias invirtieron la jornada en acudir a la Delegación de Educación. No solicitaron una beca de estudios o una ayuda económica. Tampoco se trataba de reclamar nimiedades o agradecer todo cuanto la Junta de Andalucía hace por ellas, al contrario. Desde que empezó el curso, en el mes de septiembre, no han podido dejar a sus hijos en el comedor del centro escolar porque no disponen de un monitor de educación especial. pese a que la consejería les concedió las correspondientes plazas. La respuesta, casi tres meses después, es que necesitan tiempo para buscar una solución. La situación no es puntual. Desde que arrancó el curso 17/18, la falta de personal específico para los menores con necesidades ha sido una constante en muchos puntos de la comunidad. La Junta parchea a base de reclamación directa o a través de la prensa, cuando no hay respuesta.
P. G., de tres años de edad, tiene ceguera total con encefalopatía y a M.R., de cuatro años, le han diagnosticado un Trastorno del Espectro Autista (TEA). Ambos están escolarizados en el CEIP Emilio Prados, del sevillano barrio de Amate. La pequeña está en un aula específica y el chico, en integración. En el mes de junio, junto con la matriculación del alumnado, las familias solicitaron el servicio de comedor escolar y les fue concedido. Sin embargo, ni la empresa que subcontrata a la monitora de los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE) amplía la jornada laboral a la profesional de 25 a 30 horas semanales, ni la adjudicataria del comedor contrata a más personal, esgrimiendo que la licitación no contempla la obligación de ofrecer monitores para alumnos NEE que lo precisen.
Desde el departamento de Ordenación Educativa indicaron a las familias que ya estaban al corriente de la situación por una queja de la Plataforma de Atención Temprana, pero la realidad es que el propio centro escolar viene reclamando desde septiembre una solución y todas las respuestas han sido negativas.
La propia Junta estipula que «la atención al alumnado en el comedor se llevará a cabo por personal cualificado» y entre sus funciones se encuentran «atender y custodiar al alumnado durante las comidas y en el tiempo anterior y posterior a las mismas, así como, en su caso, durante el traslado del alumnado al centro con comedor»; «resolver las incidencias que pudieran presentarse durante ese período»; «prestar especial atención a la labor educativa del comedor: adquisición de hábitos sociales e higiénico-sanitarios y correcta utilización del menaje del comedor»; y «cualquier otra función que le pueda ser encomendada por la persona que ejerce la dirección del centro, para el adecuado funcionamiento del comedor escolar».
Los centros docentes públicos prestan el servicio de comedor para el alumnado del segundo ciclo de educación Infantil, de educación Primaria, de educación Secundaria obligatoria y de educación especial durante un tiempo máximo de dos horas a partir de la finalización de la jornada lectiva de mañana, de 14:00 a 16:00 horas. Este servicio ha de proporcionar a los padres y a las madres un apoyo que les permite compatibilizar sus obligaciones familiares y profesionales, por tanto, los comedores constituyen un servicio complementario de gran utilidad para conciliar la vida laboral y familiar. En aquéllas con menores con necesidades, cobra más relevancia si cabe.
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