Objetivo: «debilitar la educación concertada»

La educación concertada en Andalucía está en peligro. Así lo empiezan a entender los centros, que se sienten amenazados ante las últimas decisiones de la Junta. El Gobierno del bipartito, apoyado en criterios «demográficos» y «económicos», afirma «proteger la escuela pública» cuando retira conciertos, pero la realidad es que no hace un análisis profundo sobre por qué cada día más padres huyen del modelo público. Escuelas Católicas de Andalucía (ECA) ha enviado una circular a los padres y responsables legales de los alumnos de todos los centros adheridos para reclamarles «solidaridad» ante una estrategia política –retirar conciertos– que «irá cada vez a más».

«Si quieren ir a un colegio privado, que lo paguen», han llegado a decir en el bipartito. Sin embargo, en la comunidad andaluza hay un total de 598 colegios semiprivados y familias de todos los niveles sociales. Algunos podrán pagarlos, pero la mayoría no.

Retirada de ayuda sin diálogo

El secretario general de ECA, Carlos Ruiz, lamenta que la retirada de conciertos sea una medida «unilateral» y «sin diálogo previo» que podría haber sido esclarecedor, así como «una medida injusta» porque «priva a los padres de la posibilidad de elegir libremente el centro más adecuado por su ideario y calidad de enseñanza».

Así, «aunque un centro concertado tenga solicitudes suficientes de admisión de alumnos, si en la zona hay colegios públicos sin la demanda necesaria, las solicitudes pasarán al centro público, suprimiendo dicha unidad del concertado», al considerar que «la red concertada es subsidiaria de la red pública».

«Solidaridad»

La mayoría de unidades suprimidas, a fecha de hoy, son de 1º de Educación Infantil. Para ECA, este punto implica que sucesivamente se irán suprimiendo el resto de unidades de Educación Infantil (tres), las unidades de Educación Primaria (seis) y la Educación Secundaria Obligatoria (cuatro). Por consiguiente, «cada unidad de 1º de Educación Infantil suprimida implica en un futuro próximo la supresión de 13 unidades». El objetivo, por tanto, será ir «debilitando progresivamente la enseñanza concertada». Por ello, ECA pide a los padres «defender un derecho, con independencia de que puedan sentirse afectados; el silencio y la inhibición, en este caso son cómplices de una medida injusta».

Además, Escuelas Católicas recuerda que la supresión va a afectar a «muchos» profesionales implicados en la formación, mientras que «los titulares, se encontrarán con centros sobredimensionados».

ECA anuncia la creación de un movimiento social. «Todos nos jugamos mucho en estos momentos», culmina la circular, sin olvidar que la plaza en un centro privado concertado le cuesta a la Administración el 46,1% de lo que le cuesta en un centro público.