Pierde el dinero y no se da cuenta

Un juzgado de Almería ha incoado diligencias previas para averiguar qué ha pasado en una cuenta corriente de la delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Almería. Entre 2009 y 2012 se han registrado una serie de movimientos que han significado la desaparición de unos 300.000 euros sin que nadie, en ese tiempo, se haya dado cuenta. Fondos públicos que se han evaporado en dónde se supone que más seguro estaban. Las declaraciones del actual responsable de la delegación simbolizan a la perfección cómo el Gobierno andaluz ha gestionado el dinero público en los últimos años: «La cuenta no se ha sometido a fiscalización». El Ejecutivo andaluz parece especialista en eliminar los controles administrativos, cuando debería ser el principal interesado en velar por los fondos públicos. Asegura el mismo delegado que «se han registrado muchísimos reintegros sin justificar y sin memoria que detalle a qué se destinaron». Esos mismos argumentos podrían ponerse en boca de cualquier responsable autonómico en referencia al fraude de los ERE: se flexibilizaron los controles y no se justificó el destino del dinero. Parece impensable que ese sea el procedimiento de trabajo en el seno de la Administración andaluza, pero a tenor de los casos que se van conociendo se está más cerca de la institucionalización del descontrol que de la excepción. La Consejería de Medio Ambiente ya se ha apresurado a apuntar que han sido ellos los que han denunciado el caso en los tribunales. Ahora ha cumplido con su obligación, pero en años anteriores ha evidenciado una alarmante dejación de funciones.