Santamaría asistió como «amiga» y auguró que el nuevo presidente «lo hará muy bien»

Juanma Moreno nunca ocultó que su apuesta para suceder a Mariano Rajoy al frente del Partido Popular durante el reciente proceso de primarias era Soraya Sáenz de Santamaría. Por varios motivos. Entre otros, por gratitud. Fue la entonces vicepresidenta del Gobierno la que apostó por él para suceder a Juan Ignacio Zoido al frente del PP andaluz en febrero de 2014. El candidato oficial –tanto de la dirección regional como de la entonces secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal– era el actual alcalde de Tomares, José Luis Sanz . Finalmente, Rajoy se decantó por Moreno.

Sáenz de Santamaría estuvo en el Parlamento para acompañar a su «amigo». Costó trabajo arrancarle algunas palabras a la ex vicepresidenta, que huyó de las fotos y esquivó lo que pudo a Pablño Casado. A la salida de la Sala de la Cámara andaluza donde Moreno juró su cargo, sí apuntó que el primer presidente no socialista de la Junta es un ejemplo de «esfuerzo» porque ha trabajado mucho para lograr el cargo y auguró que lo hará «muy bien».

Sáenz de Santamaría, retirada actualmente de la política, recordó que ha trabajado mucho tiempo junto a Moreno en Madrid y que, sin duda, era «un momento muy bonito y emocionante».

La amistad perdura aunque el destino es caprichoso. Sáenz de Santamaría arrasó en las primarias del PP en Andalucía y ganó con contundencia en Málaga, Sevilla, Cádiz, Granada y Huelva. Según los datos oficiales del Partido Popular, obtuvo 5.600 votos, mientras que Cospedal se quedó con 2.900 y Casado, con 1.600. Más del 50 por ciento de los votos. De nada le valió el esfuerzo: Casado es el actual líder del Partido Popular; ella está retirada de la política; y Moreno preside la comunidad autónoma más grande de España.