Andalucía

«Sátiras de papel», firma andaluza

El Museo de la Autonomía de Andalucía acoge una recopilación del Centro de Estudios Andaluces con 150 años de humor gráfico

«Sátiras de papel», firma andaluza
«Sátiras de papel», firma andaluzalarazon

Desde la oleada de publicaciones satíricas a mediados del XIX a la incesante reconversión al universo internet del siglo XXI: «Tres siglos de odisea para el pensamiento crítico, en los que desde las litografías de Luis Mariani en 1860 a los cómics de Miguel Brieva en 2017 afrontan con similar propósito, perseverancia ética y minuciosidad estética, la razonada crítica de dogmas, ideologías, gobiernos, mentalidades, costumbres, hipocresías, propagandas, sucedidos, mezquindades y latrocinios», explica Juan Luis Pavón. «Sátiras de papel. 150 años de humor gráfico con la firma de diez andaluces» es una propuesta original del Centro de Estudios Andaluces que puede verse en el Museo de la Autonomía de Andalucía hasta el 30 de junio. Una muestra que rinde tributo a los humoristas gráficos andaluces que han interpretado con su afilada visión los acontecimientos, personajes e idiosincrasia de nuestro país. Comisariada por el periodista Juan Luis Pavón, recorre la historia del género a través de una selección de diez creadores que representan a otros muchos para significar el cariz político, social, cultural y periodístico de cinco épocas.

La muestra comienza con la sección titulada «Luis Mariani, después de Larra y antes de Valle Inclán», uno de los pioneros de la historieta que representa la gran eclosión de las publicaciones satíricas en la España decimonónica, asaeteada por continuas involuciones políticas y luchas de poder. Sevillano de origen italiano, fue referencia en España como director, editor, impresor, caricaturista y dibujante. Entre 1863 y 1882 creó publicaciones de prensa satírica desde Sevilla, Córdoba, Málaga y Madrid. Una de las más relevantes, «El Tío Clarín», indicaba a las claras su osadía: «Periódico satírico-político, chismoso, entremetido y pendenciero». A continuación, «Martínez de León y López Rubio, en la edad de oro de la prensa como medio hegemónico de comunicación» se sitúa en el primer tercio del siglo XX en el que los avances en los sistemas de impresión y la incipiente alfabetización de las clases populares propician la proliferación de periódicos y revistas, donde el humor gráfico ensancha sus miras. Los ilustradores Martínez de León (Coria del Río, 1895 –Madrid, 1973) y López Rubio (Motril, 1903 – Madrid, 1996) son dos de los más versátiles y renovadores.

La dictadura franquista está representada con el humor gráfico como válvula de escape. La mirada de Andrés Vázquez de Sola (San Roque, 1927) y Juan Ballesta (Almería, 1936), que se foguearon allende los Pirineos. Por otro, el desparpajo de dos creadores desde el interior: Manuel Summers (Sevilla, 1935-1993) y Francisco Martín Morales (Almería, 1946). Bajo el título «Balcón de la libertad para soportar el franquismo y auditar la democracia», estos creadores andaluces son los cuatro puntos cardinales en el tránsito del «Spain is different» al «Ya somos europeos». Andrés Vázquez de Sola, acerada pluma del exilio desde París donde triunfó en Le Canard Enchaîné; Ballesta, que retornó a España en 1978 para ser santo y seña del Grupo 16; Summers, que le sacó los colores a la mojigatería antes de poner en el mapa del humor a Lepe; y Martín Morales, cuyo contundente ingenio enriqueció la oferta editorial.

«La generación del desencanto político y del barullo mediático» que empieza a publicar en la última década del siglo XX y vive en primera persona la migración del papel al digital, aparece encarnada por José Luis Castro Lombilla (Sevilla, 1966) y por el tándem Idígoras y Pachi (Málaga, 1962 y 1969, respectivamente). Cierra la exposición «La historieta de culto para tiempos de crisis global» que tiene en Miguel Brieva (Sevilla, 1974) a un artífice de referencia.