Junta de Andalucía

Susana Díaz moldea el discurso del adelanto electoral

La presidenta dice ahora que la estabilidad no depende de PSOE y Cs sino de «todos». La oposición, convencida de que está preparando el terreno para llamar a urnas

La presidenta de la Junta, en la sesión plenaria de ayer
La presidenta de la Junta, en la sesión plenaria de ayerlarazon

La posibilidad de un adelanto electoral en Andalucía va tomando cuerpo pese a que la presidenta de la Junta insista oficialmente en que tiene la intención de «exprimir» la legislatura para aprovechar la coyuntura de estabilidad y recuperación económica. Estabilidad hay porque Susana Díaz cuenta con unos Presupuestos apoyados por Ciudadanos que le permiten llegar sin ningún tipo de problema hasta 2019. Sin embargo, la relación entre los socios de investidura dista mucha de ser la de otros tiempos en los que no existía la más mínima fricción. El nuevo escenario quedó reflejado ayer en el Pleno del Parlamento. Susana Díaz y Juan Marín han comenzado a tensar la cuerda. Ciudadanos está bajo el mismo síndrome que alcanzó a Izquierda Unida a finales del 2014 cuando veía que la presidenta de la Junta estaba construyendo un relato para adelantar elecciones con el objetivo de aprovechar la coyuntura electoralmente más propicia. La ventaja de Ciudadanos es que las encuestas le marchan viento en popa y no tienen consejerías a las que renunciar.

El melón lo abrió el jefe de filas de Ciudadanos. Juan Marín le preguntó a la presidenta de la Junta a qué se refería en unas recientes declaraciones en las que sostenía que la legislatura seguirá adelante «mientras no generen estabilidad». A qué y a quiénes, incidió Marín aludiendo a que la propia duda abre un debate que «crea incertidumbre y un clima de inestabilidad innecesario». Para Ciudadanos la décima legislatura puede seguir mientras Susana Díaz quiera. «La estabilidad está sólo en sus manos», sostuvo Juan Marín. Los únicos requisitos son que se cumplan los compromisos. «Si es así, no hay nada de lo que preocuparse».

Esta visión no la comparte la presidenta de la Junta. Ahora la estabilidad ya no sólo depende de los dos socios, que superan el umbral de los 55 diputados de la mayoría absoluta y por tanto pueden gobernar sin ningún tipo de aprietos. «La estabilidad –subrayó Díaz– no depende ni de mí ni de usted, sino de todos». Este argumento da una vuelta de tuerca a la situación que se ha vivido hasta ahora. En Ciudadanos señalan que se está construyendo un relato para preparar el terreno para las elecciones. Y lo mismo señalan dirigentes del Partido Popular, que ven que la legislatura está dando las últimas boqueadas. En esta formación trabajan de hecho con un doble posible escenario para el adelanto: septiembre con convocatoria en julio o a finales de noviembre tras una escenificación del desacuerdo presupuestario entre PSOE y Cs a la vuelta del verano. La portavoz de Podemos fue más directa al acusar a Díaz de «construir un relato para el adelanto electoral. Luego acusará a la oposición».

Juan Marín y el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, siguen teniendo una relación fluida. Se reúnen cada dos semanas para evaluar el pacto de investidura y tienen los teléfonos abiertos, pero el líder de Ciudadanos también tuvo reproches ayer para el «número dos» de la presidenta al afearle que cuando presentó el plan normativo del año 2018 se le olvidó mencionar la Ley de Presupuestos. «¿Le va a dar instrucciones a la consejera de Hacienda para iniciar los Presupuestos de 2019?», preguntó.

La presidenta de la Junta recogió el guante. «La consejera de Hacienda ya está trabajando en las cuentas». Esta afirmación vino acompañada de un reproche inhabitual entre los socios. Díaz se mostró sorprendida de que Ciudadanos se preocupe de los presupuestos del próximo año cuando hay de fecha para aprobar el proyecto de ley hasta el último día de octubre mientras que se «desentiende» de la financiación. El dardo, obviamente, iba dirigido a la decisión de esta formación de no suscribir la propuesta de financiación autonómica a la que sí se han sumado el resto de partidos en el marco del Parlamento.

Hay un punto de discrepancia que es incluso más importante. Susana Díaz sustentó toda la crítica a Ciudadanos de manera indirecta aludiendo al doble «castigo» que sufre la comunidad por parte del Gobierno central y que cifró en 8.800 millones de euros en los últimos años. Los motivos son la financiación y los Presupuestos Generales del Estado. Y se da la circunstancia de que Ciudadanos ayer mismo sumó sus votos a los del Partido Popular para que el Gobierno pudiera superar en el Congreso el primer trámite de las cuentas y tumbar las enmiendas a la totalidad. Díaz no entró en el enfrentamiento directo con Juan Marín pero su insistencia en el «castigo» y «atropello» que va a sufrir Andalucía en los PGE persiguió obviamente poner en entredicho el doble discurso de sus socios de investidura.

Juan Marín dijo que si fuera Susana Díaz se sentiría «privilegiado» por haber tenido una fuerza cerca –Ciudadanos– que ha dotado de estabilidad al Gobierno andaluz. Citó la situación encrespada de Madrid, Murcia o el caso extremo de Cataluña «donde no pueden tramitar ninguna ley. Trabajar así resulta más cómodo». «Me siendo honrada de ser presidenta de la Junta pero si hay un maltrato a Andalucía nunca me voy a sentir privilegiada», respondió de nuevo Díaz aludiendo a Ciudadanos y a su apoyo a los Presupuestos pero sin nombrar a los socios.

Ciudadanos ve «aceptable» el cumplimiento de los 70 acuerdos de investidura. No obstante, Juan Marín ya dio por hecho ayer que este acuerdo no se va a cumplir «al 100 por cien». Aludió de hecho a medidas concretas a las que se comprometió personalmente Susana Díaz como la limitación de mandatos o la supresión de los aforamientos que junto a la reforma de la ley electoral son objetivos prioritarios para esta formación. La presidenta de la Junta se reservó ayer un anuncio que acompaña el tono electoral que va tomando la legislatura: garantizar por ley el complemento a las pensiones mínimas y asistenciales conforme al IPC. Avanzó asimismo que solicitará un debate general para el próximo 9 de mayo. Será la siguiente oportunidad para ver si se sigue tensando la cuerda de la legislatura.