Elecciones andaluzas

Susana Díaz: ofensiva por tierra, mar, aire... y teléfono

Susana Díaz, con bomberos detenidos en Lesbos el pasado jueves en el Parlamento
Susana Díaz, con bomberos detenidos en Lesbos el pasado jueves en el Parlamentolarazon

Susana Díaz está sumando la micropolítica a las grandes áreas de acción de su gobierno. Si hay un terreno en el que se mueve bien la jefa del Ejecutivo es éste y por eso lo está explotando en un momento crucial en su carrera política. Ella y su equipo lo han apostado todo a unas próximas elecciones autonómicas en las que creen que les va a ir bien entre otras cosas porque Díaz no ha movido la veleta de su proyecto político, a diferencias de los «veletazos» de Pedro Sánchez, y, sobre todo, por el zarpazo de Ciudadanos al Partido Popular que indican todas las encuestas. La jefa del Ejecutivo se acercó el pasado jueves en el Parlamento andaluz a la tribuna de invitados en la que aguardaban los bomberos a los que detuvo la guardia costera griega y que serán juzgados próximamente por tráfico de personas. Antes de llegar ya les indicaba con los dedos pulgar y meñique en forma de teléfono que se había puesto en contacto con ellos. Posteriormente, a las críticas del líder andaluz de Ciudadanos sobre la tardanza en el pago de las ayudas para jóvenes agricultores respondió asegurando que ella personalmente había abordado este asunto con algunos de los beneficiarios y se había asegurado de que la Junta las estaba pagando. «La primera convocatoria está pagada y la segunda resuelta», replicó lacónicamente a Juan Marín, al que recordó en varias ocasiones –queriendo decir lo contrario de lo que se dice– que sabía que «no tocaba de oído».

Susana Díaz está profundizando en la estrategia del teléfono. La misma que lleva a cabo Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid con el programa «tú preguntas», a través del cual la regidora de Podemos trata de solventar personalmente los problemas de los ciudadanos, una versión digital del televisivo «Aló presidente» que inauguró Chávez y continuó Nicolás Maduro en Venezuela; o del «Línea directa» de los tiempos más guerrilleros del alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo. Versiones unas y otras de la manoseada micropolítica y el puerta a puerta.

El método está de moda. Susana Díaz lo puso en práctica en la campaña de las infaustas primarias. Llamaba a un militante –«hola, soy Susana Díaz»– y le contaba su proyecto para recabar el aval a la Secretaría General. En la Junta está haciendo algo parecido. La presidenta de la Junta está tirando de teléfono para preguntar a personas que han recibido ayudas o becas de la Administración y que les cuente la experiencia. «Hola, soy la presidenta». Está por ver si con los beneficiarios de becas y ayudas ocurre lo mismo que con los avalistas de las primarias. Esto es, que al final resulta que hay menos votos que avales. Pero en cualquier caso la doble acción política de la presidenta andaluza –la del BOJA y la del teléfono– deja claro que hay trazada una envolvente para reducir al mínimo la incertidumbre en las próximas elecciones. Todas las balas que tenga en la recámara las gastará en las próximas autonómicas. La presidenta tiene que ganar a dos adversarios a la vez: al presidente del PP-A y al secretario general de su partido. Díaz ha desplegado las tropas por tierra, mar, aire... y teléfono.