Todo el personal sanitario recuperará la jornada completa antes de fin de año

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, garantizó ayer que a 31 de diciembre de este año no quedará «nadie» en la sanidad pública de la comunidad trabajando al 75%, ya que su «compromiso» se extenderá también a los contratos que se han llevado a cabo en los últimos meses.

En la inauguración de la nueva UCI pediátrica del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Díaz señaló que ahora, en un momento «de posible recuperación», hay que «devolver» a los profesionales de la sanidad pública andaluza el «esfuerzo» que han realizado. Gracias a ellos se ha podido «gozar de un sistema público de calidad».

«Si es posible la recuperación económica, donde hay que sentirla es donde más difícil lo hemos tenido para mantener la cartera de servicios y la calidad, que es la educación y la sanidad», añadió la jefa del Ejecutivo regional, que subrayó también su apuesta por la sanidad en los próximos presupuestos, que incluyen un aumento de la inversión pública en este sector de en torno a 500 millones, lo que supone un 4,8% más.

En mayo, el SAS renovó a 1.650 eventuales no estructurales con contratos al 75%, una decisión que se entendió como un incumplimiento de la promesa que la presidenta hizo en septiembre de 2014, durante del Debate del Estado de la Comunidad. Entonces la Junta afirmó que quienes recuperarían el 100% del sueldo serían los eventuales estructurales. De 12.000 eventuales, 3.500 no son estructurales, que se han visto claramente discriminados.

Díaz aseguró ayer que Andalucía cuenta con un sistema público «de vanguardia, pionero» y una «referencia en el resto de España», con avances como la impresión en tres dimensiones de corazones infantiles en Sevilla o el trasplante de hígado de abuela a nieto que se produjo el miércoles en Córdoba.

Además, puso a la nueva UCI pediátrica inaugurada ayer como ejemplo para trabajar de manera digitalizada, coordinada y «mimando» tanto a los niños, como a sus familias y a los empleados.

Esta unidad, que ha contado con una inversión de 2,5 millones por parte de la Junta, permite que los familiares acompañen a los niños en un espacio individual, con un control «exhaustivo» por parte de enfermería y «totalmente» monitorizado. Este espacio cuenta con más de 800 metros cuadrados para atender a unos 600 pacientes anuales y, aunque ya está listo, los niños no se trasladarán hasta que no haya pacientes críticos en la actual UCI, ya que cuando se produzca el cambio se desplazará toda la plantilla que atiende a los niños.