Andalucía

Trabajar donde siempre como nunca

La Razón
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El dato de paro registrado en el mes de febrero arrojó un pequeño aumento para Andalucía de 2.361 personas más, consecuencia principalmente de la finalización de la campaña de recolección de aceituna en Jaén. La agricultura aún genera el 7,7% del empleo en Andalucía. A pesar de ello, la evolución económica es buena y las perspectivas de empleo siguen la misma tendencia.

Las cuestiones son otras que la mera tendencia agregada del empleo. Por ejemplo, que los sectores donde encuentran empleo los andaluces no han cambiado mucho a pesar de la severa crisis económica desatada a partir de 2008 con un fuerte repunte en 2012. Más del 30% del empleo se genera en los sectores de comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos de motor y motocicletas; transporte y almacenamiento; hostelería. El 20% lo hace en la administración pública y defensa; seguridad social obligatoria; educación; actividades sanitarias y de servicios sociales. Un 10% trabaja en actividades profesionales, científicas y técnicas; actividades administrativas y servicios auxiliares. No llega al 10% el empleo generado por la industria y una magnitud parecida es la que emplea el sector del ocio. El reparto del empleo andaluz por sectores sigue siendo muy parecido al previo a la crisis salvo en el descenso del sector de la construcción que ha pasado del 10% al 5,6% y a la administración pública que ha aumentado del 19,8% al 24%. Parece como si trabajáramos donde siempre.

La otra cuestión es saber si los salarios también han seguido atrapados en una fotografía sin apenas moverse. En este punto hay una notable discrepancia según la fuente. Si tomamos la información de la encuesta anual de estructura salarial que publica el Instituto Nacional de Estadística para los años 2008 a 2014, entonces resulta que los salarios en Andalucía han subido un 3,5% en promedio aunque de manera desigual por sectores (un 13% en Industria, un 1,8% en servicios y un 9% en la construcción). La subida para el promedio de toda España fue del 4,45%. Sin embargo, si la fuente es la Agencia Tributaria que anualmente publica las retribuciones del trabajo declaradas fiscalmente, entonces las conclusiones son otras bien diferentes. Con datos también referidos a 2014, el salario medio anual que se percibe en Andalucía sería de 14.365 euros, un 8% inferior a los 15.592 euros alcanzados en 2008. Durante estos seis años los salarios habrían descendido de manera interrumpida. Si trabajamos donde siempre, parece que lo hacemos a cambio de salarios con un significativo menor poder adquisitivo.

Resultados tan marcadamente dispares merecen un comentario de las fuentes de procedencia. En el primer caso (los datos del INE), la información procede de una encuesta que se realiza a una muestra de trabajadores asalariados. En el segundo caso (los datos de la Agencia Tributaria), la fuente son las casi diecinueve millones de declaraciones del IRPF que se presentan anualmente en España. Además del tamaño de la fuente, en el primer caso, si se miente no hay sanción. En el segundo caso sí y, además, la Agencia Tributaria cruza la información de cada contribuyente en su declaración del IRPF con la que suministra su empresa.

El dato anterior hay que conjugarlo con otro que no debe perderse de vista; la pensión media de los que acaban de jubilarse (unos 1.300 euros al mes) es muy superior al salario medio de los que ahora comienzan a trabajar (unos 850 euros al mes). La generación más joven parece tener claro que vivirá peor que sus padres. Eso explica una parte notable aunque difícil de cuantificar de su radicalización. Si volvemos a los datos de la Agencia Tributaria, los jóvenes andaluces con menos de 26 años tienen un salario medio de 4.638 euros anuales frente a los 7.432 euros de 2007. Trabajar donde siempre pero como nunca, si tenemos en cuenta que seis años en una sociedad «presentista» es una eternidad.