Cine

Andalucía

Una hermosa labor

Inculcar la cultura desde muy temprana edad es muy importante / Foto: La Razón
Inculcar la cultura desde muy temprana edad es muy importante / Foto: La Razónlarazon

Por regla general, suelen ser mucho más interesantes las películas de animación realizadas al margen de Hollywood, aunque a veces se pueden encontrar sorpresas como «Ralph rompe internet», ideal tanto para niños como adultos; uno de sus muchos aciertos es el momento en el que unos padres explican las claves para educar correctamente a sus hijos. Aunque no se diga en esta secuencia, no cabe duda que una de ellas pasa por inculcar la cultura desde muy temprana edad, como propician numerosas y variadas ofertas.

El domingo de la semana que viene comienza en CaixaForum Sevilla un pequeño ciclo dedicado al tejano Wes Anderson, uno de los cineastas más fascinantes de los últimos años. Bajo el epígrafe de «Pequeños cinéfilos», esta iniciativa, destinada a educar la mirada a través de buenas películas, programará durante tres domingos consecutivos «Fantástico Mr. Fox», su primera y prometedora incursión en la animación, «Moonrise Kingdom», una historia de amor en un campamento juvenil y la multipremiada «Isla de perros», su última película hasta el momento y con la que regresó al cine de animación. A modo de original introducción a este pequeño ciclo, resulta muy recomendable ver el vídeo que el no menos singular artista surcoreano Kogonada hizo sobre la obsesión de Wes Anderson por la simetría; incluye numerosos planos de las dos primeras películas de este ciclo y puede verse en la página de vimeo.com bajo el nombre de «Wes Anderson centered».

Si de lo que se trata es de fomentar un rol más activo en la relación entre infancia y cine, una excelente oportunidad es Cinechico, festival de cine dado a conocer hace unos días, en el que no solo se proyectarán cortometrajes, en español o sin diálogos, destinados para escolares de Primaria, sino que también dedicará un premio al mejor corto realizado por niños. Su promotor es el guionista y productor Kike Díaz, volcado desde hace muchos años en el fomento del cine y la educación entre los más pequeños. Organiza el festival a través de Minichaplin, iniciativa de alfabetización audiovisual fundada por él y dependiente de la asociación cultural Miroy. El certamen tendrá un carácter itinerante por una decena de municipios (Antequera, Estepona, Fuengirola y Marbella, entre otros) de la provincia de Málaga, desde febrero hasta abril para concluir en mayo en la propia capital. El centro de cultura contemporánea La Térmica, destacado dinamizador de la vida cultural malacitana y dependiente de la Diputación, patrocina el festival y alberga otras actividades organizadas por Minichaplin, como el taller infantil de animación con plastilina, que tendrá lugar los tres primeros sábados de febrero. Pensado para niños de 7 a 14 años, el taller estará dedicado a Alice Guy, la primera directora de cine. En paralelo a esta actividad, La Térmica tiene programado para este invierno un interesante curso de robótica infantil, dividido en tres franjas de edad, que comenzó el pasado sábado.

Tras una etapa como modelo de trayectoria internacional, más de veinticinco años como actriz y varios premios (sobre todo por el personaje de Leire en «La madre muerta»), la jerezana Ana Álvarez decidió hace cinco años convertir en realidad el sueño de conectar creación, educación y cine a través de una empresa, Mr. Willbe. Con ella organiza cursos de interpretación, fotografía, efectos especiales y musicales así como cortometrajes, que ella misma coordina, y que luego participan en festivales similares al citado Cinechico. Por desgracia, ya no se prodiga ante la cámara con la misma frecuencia que en los noventa, pero, de vez en cuando, interviene en alguna película o serie cuyo elenco enriquece con su elegancia.

En otro importante sector cultural como es el editorial, sobresale el sello sevillano mr. momo, especializado en literatura infantil y juvenil, que dispone de más de sesenta títulos en su catálogo. Entre éstos destaca «Y eso era todo», un magnífico relato sobre un abuelo recién jubilado y su nieta, narrado por J. P. Andersen e ilustrado por Jana Mélida con extraordinaria sensibilidad. Son muchos los autores (incluidos García Lorca, Jardiel Poncela, Valle Inclán o Edgar A. Poe) e ilustradores que forman parte del acervo de esta editorial coordinada por el periodista y escritor José Iglesias Blandón; son casi tantos como los temas abordados, desde la política contada a los niños en «El pequeño presidente», hasta el duelo por la pérdida de un ser querido en «Te llevo dentro de mí». Isabel Abdilla aborda la muerte en el seno de una familia, y más concretamente la del padre, un tema dolorosamente cercano porque ella enviudó con 38 años cuando sus hijos eran aún muy pequeños. A partir de esta experiencia personal ha construido una historia en la que comparte cómo afrontó hace tres años semejante trance.

Este somero repaso a la labor de iniciativas y creadores para crear buenos hábitos entre los más pequeños estaría incompleto si se omitiera el nombre del jiennense Eduardo García Maroto, pionero del cine en muchos sentidos, como en el caso del destinado a los menores. A principios de los años 60 intentó adaptar «Don Quijote» para los niños en seis entregas de treinta minutos pero no logró más que trabas y dificultades, por lo que solo llegó a terminar la primera, lo que supuso su retirada del cine como director. Por fortuna, los tiempos han cambiado y hoy son muchos, como se puede ver, los que abanderan esta hermosa labor.