Solidaridad

Amor y dignidad frente a la discapacidad

Aspace León lucha cada día para hacer más felices a los afectados por parálisis cerebral y mejorar su vida

Voluntarios y trabajadores en el aula de psicomotricidad de esta Asociación
Voluntarios y trabajadores en el aula de psicomotricidad de esta Asociaciónlarazon

Son ya casi treinta años los que la Asociación para la Atención de las Personas Afectadas de Parálisis Cerebral y Encefalopatías Afines (Aspace) de León lleva trabajando para mejorar la calidad de vida y bienestar de estas personas, promoviendo la igualdad de oportunidades y su desarrollo personal y autonomía.

Una organización que ha ido poco a poco creciendo en equipamientos, en los servicios que presta y en estructura, y que resiste a esta crisis no sin dificultades con austeridad, con el apoyo económico de la Junta, de los 250 asociados, de los cada vez más donativos y herencias de particulares o de las actividades que llevan a cabo. Como los mil euros que recaudaron con los dorsales solidarios y la participación en la subasta benéfica de ropa de los mejores deportistas de León, en la carrera de San Silvestre durante la pasada Nochebuena.

Pero, sobre todo, gracias al compromiso con unos valores firmes en torno a la dignidad y la igualdad de los afectados, buscando siempre su felicidad y mejorar su calidad de vida. Pero también, gracias al amor, la solidaridad y la entrega en su trabajo del medio centenar de voluntarios y del personal de servicios, entre maestros, logopedas, fisioterapeutas o técnicos de ocio, que hacen posible el funcionamiento diario de la asociación.

El presidente de Aspace León, Juan José García Marcos, es consciente de que la situación económica es delicada -también para ellos, puesto que están sufriendo demoras en pagos importantes y necesarios para dar continuidad a los proyectos que hay en marcha-, aunque tampoco quiere ser alarmista y asegura que la atención a los afectados por parálisis cerebral no corre peligro.

Aspace León atiende, en estos momentos, a más de ochenta personas en varios puntos de la capital leonesa. Concretamente, en San Cayetano, donde se encuentra la sede social y dispone de un centro infantil de Educación Especial, una residencia y un centro de día; en el barrio de La Palomera, donde cuenta con un centro residencial; y en San Feliz de Torío, en el que Aspace presta todos sus servicios asistenciales. Éstos dos últimos, más modernos, mientras que el primero, el de San Cayetano, se ha quedado un tanto obsoleto, y la Asociación sigue trabajando con la Gerencia de Servicios Sociales y el Ayuntamiento de León para agilizar los trámites que permitan la iniciación cuanto antes de la obra nueva a construir en los terrenos de Eras de Renueva, en una modernísima urbanización junto al Musac y el Hostal de San Marcos, y cerca de San Cayetano y del hospital. Un proyecto, en el que García Marcos tiene puestas todas sus esperanzas de futuro, para seguir prestando con garantía las exigencias que supone la supervivencias digna y eficiente de las personas afectadas de parálisis cerebral. «Estamos pendientes de la documentación necesaria que confirme la cesión de los terrenos y cuando la tenga en mis manos lucharé por lograr financiación para poner en marcha este centro que atenderá a toda la provincia leonesa», señala el presidente de Aspace León.

Conciencia social

García Marcos destaca también la cada vez mayor conciencia de los problemas y la realidad diaria de los afectados por parálisis cerebral «Las familias ya no se esconden en casa como pasaba antiguamente por vergüenza a salir a la calle y que les vieran con su hijo discapacitado. Ahora es al revés, salen sin complejo alguno y se sienten orgullosos», señala el presidente de Aspace León, aunque reconoce también que esta conciencia social se hace más patente cuando a las familias les toca más de cerca.

«Un Estado moderno debe invertir e investigar más»

Juan José García Marcos tiene 71 años y está jubilado. Su tiempo lo dedica en cuerpo y alma a esta asociación y a ayudar a este colectivo, Tiene nieta con discapacidad cerebral. Y su sueño es que el día de mañana, más pronto que tarde, ella pueda darle un beso. Aunque reconoce que cada año se avanza más en materia de investigación, y explica que hoy en día las personas con parálisis cerebral pueden manejar un ordenador con el iris de los ojos, considera que hay que investigar mucho más «para buscar terapias más eficientes» que reduzcan, entre otrs cosas, su consumo de medicamentos, y hagan su vida más llevadera. García Marcos insiste en que invertir en discapacidad es hacerlo en futuro, y si algo tiene claro el presidente de Aspace León es que un Estado moderno debe invertir en discapacidad.