Armisén dice que se deben «evitar solucionar problemas rurales desde las capitales»

«Hay que evitar intentar paliar problemas rurales con soluciones urbanas». De esta manera se pronunció la presidenta de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén, al participar en la Comisión Especial sobre evolución demográfica en España, celebrada en el Senado, criticando a la vez que se tomen decisiones desde las instituciones cuando no se conoce la problemática de los pueblos.

Armisén insistió en que el desafío de la despoblación no afecta únicamente al medio rural, ya que tiene «escala global», al hacer alusión a las migraciones que se están produciendo de poblaciones intermedias para acudir a las grandes ciudades.

Para la presidenta de la Diputación, uno de los principales retos que tiene a corto plazo la provincia palentina se halla en la zona de Guardo, debido al posible cierre de la central térmica de Carbón de Velilla del Río Carrión, algo a lo que se mostró contraria, ya que depende de ellas 200 empleos y por ello, pidió el apoyo por garantizar la permanencia de este complejo en el tiempo.

Durante su intervención, Armisén recalcó que la despoblación es más que un problema social, que llega a tener también repercusión económica, ya que «las necesidades de lo urbano son los recursos del mundo rural». Por ello, defendió que los pueblos son garantes de bienestar, al generar inputs, materias primas, espacios verdes y ecosistemas imprescindibles para la sociedad.

Respecto a las iniciativas que se están desarrollando a cabo desde la Diputación con el fin de poner freno a la despoblación y al envejecimiento y que se basan en la mejora de las infraestructuras, las ayudas al fomento de la natalidad y defensa de la infancia, la mejora de las comunicaciones y el avance en los servicios sociales.

Alguno de los proyectos que destacó durante su exposición han sido las inversiones realizadas a través de los planes provinciales, como la mejora de infraestructuras básicas como las vinculadas al Ciclo Integral del Agua o el programa «A Huebra», que ha promovido el voluntariado vecinal para la rehabilitación de cerca de 230 espacios y elementos históricos de la provincia. También incidió en la relevancia que ha tenido tanto el transporte a demanda como las nuevas rutas que unen por autobús los núcleos de la Montaña Palentina.